El Ayuntamiento de Ontinyent aclara que la colocación de rádares no responde al afán recaudatorio

El concejal de Tráfico indica que “la colocación de los rádares responde a un acuerdo con la Dirección General de Tráfico”.

El Ayuntamiento de Ontinyent, a través de la concejalía de Tráfico, ha aclarado que el coche rádar que durante algunos días del mes abril y posteriormente, en junio, se ha colocado en varios puntos de la ciudad, “no busca recaudar dinero, sino solamente concienciar a los conductores acerca de la importancia de respetar los límites de velocidad y dar una mayor cobertura a la seguridad vial”.

Vicent Vila, concejal de Tráfico, ha señalado que “buena prueba de ello es que de los 1.198 vehículos controlados por el rádar, solamente se ha multado al 2 por ciento”.

El concejal de Tráfico ha explicado que “los controles parten de los acuerdos globales entre la Dirección General de Tráfico, dependiente del Ministerio del Interior, y las administraciones locales, que incluyen controles de utilización de cascos, de cinturones de seguridad, uso de teléfonos móviles y controles de alcoholemia, entre otras cosas”.

El primero de los periodos de control se realizó en el mes de abril entre los días 25 y 30, aunque la función de la Policía Local se limitó a informar a aquellos conductores que habían superado los límites de velocidad (establecido en 40 Kilómetros por hora en algunas vías de la ciudad), de que habían cometido una infracción.

Vila concluye diciendo que “lo que se pretende con la colocación puntual de rádares en la ciudad es concienciar a los ciudadanos de que deben respetar los límites de velocidad de las vías de nuestra ciudad” ya que, según explica “los ciudadanos se quejan diariamente de las altas velocidades de los automóviles y ciclomotores, que les impide, en muchas ocasiones, cruzar el paso de peatones con tranquilidad”.