La muestra continúa su periplo por la Comunitat Valenciana tras haber sido expuesta en San Petersburgo, Odesa, Chelyabinsk, Ekaterimburgo y Novosibirsk
La exposición itinerante “Festes valencianes” producida por el Museu Valencià d’Etnologia de la Diputación de Valencia fue inaugurada en la Casa de Cultura de Vallada.
La muestra, que permanecerá en Vallada hasta el 9 de septiembre, continúa su periplo por la Comunitat Valenciana tras haber sido expuesta en diversas ciudades europeas como San Petersburgo, Odesa, Chelyabinsk, Ekaterimburgo y Novosibirsk.
La diputada de Cultura de la Diputación de Valencia, María Jesús Puchalt, ha recordado que una de las prioridades del área es “potenciar al máximo la oferta expositiva itinerante para facilitar que todos los municipios valencianos accedan a propuestas artísticas y culturales de primer nivel”.
“Festes Valencianes” exhibe 51 fotografías, fechadas entre principios y mediados del siglo XX, de 10 fiestas de la Comunitat Valenciana: Sant Antoni Abad, Fallas, Semana Santa Marinera, Corpus Christi, Moros y Cristianos, Romerías, Bous al carrer, Misteri d’Elx, Mare de Déu de la Salut, Enfarinats. Así, la exposición muestra desde multitudinarias fiestas urbanas hasta celebraciones ancestrales de pueblos del interior y aborda también festejos que deben su existencia a un intenso fervor religioso y aquellos que tienen un origen claramente pagano.
La muestra se complementa con imágenes actuales de cada una de las fiestas con el fin de explicar su evolución a lo largo del tiempo.
El calendario festivo valenciano
Las fiestas valencianas se organizan a partir de la religión católica que llegó con la conquista del siglo XIII. Esta nueva sociedad heredaba costumbres foráneas procedentes de las tradiciones romana y judía, tamizadas por la Iglesia y transformadas en hitos propios de la vida de Cristo (Adviento, Navidad…), de la Virgen (Concepción, Asunción) y de los Santos, además de las fiestas de transgresión de Locos y Carnaval
El calendario seguía un doble sistema solar y lunar que todavía pervive; las vidas de Cristo, la Virgen y los Santos se celebran en fechas fijas, pero no ciertas conmemoraciones de la muerte de Cristo (Semana Santa) y de su resurrección, que acaban con la glorificación de la creencia a través del Corpus Christi. Este sistema depende de la Pascua Florida, en el domingo posterior a la primera luna de primavera
Al ciclo festivo se añadieron en la Edad Media, devociones relacionadas con las órdenes religiosas (San Francisco, Santa Clara) y celebraciones cívicas y patrióticas (9 de octubre, conmemoración de la conquista del Reino de Valencia). Las pestes, plagas y guerras del siglo XIV favorecieron la pujanza de devociones profilácticas protectoras, a las que se sumaron, a finales del XV, las devociones de santos valencianos (San Vicente) y las mariológicas
Las reformas eclesiásticas y el pensamiento ilustrado recortaron la religiosidad popular, y los intereses sociopolíticos burgueses y obreros del XIX las regularon atendiendo al nuevo mundo laboral e implantaron otras laicas.