(Alzira 06- 04- 2010).- El Ayuntamiento de Alzira, a través de la concejalÃa de Patrimonio Histórico ArtÃstico, ha musealizado el tramo de muralla que se conserva en el espacio de la Plaça de l’Antic Mercat-Plaça de l’Ermita de la Sang.
El concejal de Patrimonio, Carlos Correal ha destacado su satisfacción,
por la adaptación que se ha hecho de este espacio que se hallaba degradado por las aisladas pero costosas agresiones de determinados individuos, que no sólo dañaban el Bien Cultural sino también la imagen de nuestra ciudad. Lamentablemente, las actuaciones de unos pocos condicionan que se tenga que restringir el libre uso y disfrute de todos, pero nuestra obligación es conservar nuestro patrimonio alzireño de la mejor manera posible, por lo tanto, hemos tomado las medidas que consideramos oportunas para salvaguardar adecuadamente este Bien de Interés Cultural, que supone una clara muestra de nuestras raÃces y nuestra historia. Esperemos que el esfuerzo de adecentar y adecuar culturalmente este espacio sea del agrado de todos.
Tras la urbanización de esta zona, el acceso a la muralla estaba abierto para poder recorrer al pasaje medieval que conformaban los arcos de ladrillo adosados a la muralla por un lado y a un inmueble de origen islámico al otro, asà como circular por el pasillo de ronda de la propia muralla y asomarse a través de las almenas para alcanzar finalmente el torreón que sobresale en el centro del lienzo amurallado.
El interés de que el público pudiera admirar uno de los elementos culturales más destacados de la ciudad, tuvo en contraposición que en lugar de que esta zona fuera respetada como un bien preciado del Patrimonio Local y delicada a la vez por su antigüedad y estado de conservación, fuera vÃctima de actos vandálicos que dañaban su estado fÃsico y su imagen. Se acumulaba basura de todo tipo y grafittis, que desmerecÃan la visualización de este reducido espacio monumental y que suponÃan un continuo coste de mantenimiento en la limpieza de los desperdicios, en la reparación de la iluminación, en la desinfección para evitar malos olores e insectos y en la eliminación de las pintadas sobre la muralla y los arcos con métodos especializados, que tenÃan que ser eficaces y no dañinos al soporte original, delicado y cada vez más resentido con las agresiones.
Se trata de uno de los puntos más transitados y emblemáticos de la ciudad, con un valor añadido por su destacado significado visual para conocer la condición de insularidad de Alzira, al recrear una lámina de agua en recuerdo del paso del Xúquer por la actual avenida LuÃs Suñer, y la muralla defensiva, escudo de la población ante los conflictos bélicos, protectora por tanto de los asedios.
La muralla de Alzira fue un baluarte clave en la corona del Reino de Valencia que garantizaba el control del paso por el Xúquer, papel histórico que ejerció en diferentes ocasiones de inestabilidad, que viene representado simbólicamente en el escudo de la ciudad con la llave, y que antiguamente venÃa reforzado con una leyenda que rezaba: “Claudo Regnum et Adaperioâ€, cuya traducción era “Abro y cierro (las puertas del) el Reinoâ€.
Para evitar el mal estado de conservación, mejorar el aspecto del monumento y su entorno, e incrementar el sentido explicativo del Bien Cultural, se optó por cerrar el acceso. Para ello se solicitó una autorización a la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano, y se elaboró una propuesta de cerramiento adecuada a las caracterÃsticas del monumento.
De este modo, y con la finalidad de permitir la visualización desde fuera del recinto de todo el espacio sin acceder al mismo, para evitar el mal uso y aprovechamiento de esta zona, asà como dificultar los actos vandálicos, se consigue además ampliar la actuación a la musealización con objetos arqueológicos, que se suman a los monumentales, como son la serie de proyectiles de piedra, que eran lanzados en los asedios a la fortificación o que eran utilizados también por los defensores, para evitar el asalto a la ciudad.
Un panel explicativo, confeccionado por el MUMA, completa la información, con el fin servir de auto guÃa a quienes quieran ampliar la visita. Un plano histórico de la ciudad (de 1721) para situarse, seguido de un texto en trilingüe (valenciano, castellano e inglés), con una breve explicación de la isla de Alzira, acompañada de una relación de los puntos más interesantes: los dos cuerpos de la muralla correspondientes a la muralla musulmana y a la cristiana; el Paso de Ronda con los arcos de ladrillo, el amplio Adarve sobre la muralla para los centinelas y defensores, la zona de viviendas tras el muro que se apoya en los arcos, la antigua Ermita de la Sang y la existencia de una Noria para sacar agua.
También se ha dedicado un apartado especial para comentar los proyectiles como armamento de la época, con una recreación gráfica de un asedio y la estratégica función que ejercÃa el rÃo al aislar la ciudad y dificultar el ataque directo.
Gracias a esta actuación, los grupos guiados podrán tener entrada a este recinto y disfrutar de su recorrido por este singular rincón vivo de la historia de Alzira.