Las dependencias se encuentran en el antiguo Hogar de San José.
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Cruz Roja Española inauguró el pasado viernes la nueva sede local en la ciudad de Xà tiva. Decenas de voluntarios y simpatizantes se acercaron hasta el antiguo hogar de San José para participar en el acto inaugural.
Estuvieron presentes la mayor parte de la Corporación Municipal, presidida por el alcalde de la localidad, Alfonso Rus, y también dirigentes provinciales de la Cruz Roja Española. La encargada de descorrer la cortina y descubrir la placa conmemorativa fue la esposa del primer edil, Begoña Ricart.
Con esta nueva sede, situada en el edificio que antaño fue el hogar de acogida regentado por religiosas, se espera poder mejorar los programas que desde la asociación se están desarrollando en favor de las familias más desafortunadas, asà como impulsar nuevas iniciativas.
La asociación vuelca todos sus esfuerzos por aquellos ciudadanos más necesitados. Gran ejemplo de ello es el programa de reparto de comida Vidal, que lleva alimentos de forma diaria a un total de 23 familias de Xà tiva que atraviesan dificultades. El programa cuenta con el apoyo institucional del Consistorio, asà como de la cadena de supermercados Vidal, esta última es la que proporciona los consumibles de forma diaria.
Por las tardes, los voluntarios de Cruz Roja cambian las bolsas por las pizarras y se dedican a impartir clases de castellano y valenciano para extranjeros, «pese al frÃo» que invade las aulas.
En esta lÃnea, también se desarrollan talleres para inmigrantes, complementarios a los de idiomas, y en los que se proporcionan herramientas para facilitar la integración. Ejemplo de ello son los cursillos centrados en las costumbres y cultura regionales. AllÃ, los interesados descubren los secretos de la tierra, con curiosidades como la mejor forma de elaborar una tortilla de patatas, cuáles eran las costumbres de la población hace ya muchos años, o simplemente cómo conseguir un empleo doméstico cuidando a una persona mayor.
Otra de las iniciativa más destacables es el servicio del ropero. Dos voluntarias se encargan cada dÃa de seleccionar, etiquetar y desechar toda la cantidad de prendas que van llegando dÃa a dÃa a la sede setabense. De hecho, cada 15 dÃas la asociación envÃa una furgoneta repleta para Cáritas Valencia, además de mantener abierto el servicio de venta de ropa por el módico precio de tres prendas por un euro.
«No queremos que la gente pase frÃo, pero que tampoco salgan a la calle y tiren la ropa», dijeron desde la asociación, apelando asà a la buena voluntad de los ciudadanos que colaboran de forma totalmente desinteresada con el servicio del ropero.
El alcalde de la ciudad, Alfonso Rus agradeció el trato ofrecido a todos por la Cruz Roja. Rus hizo un llamamiento a toda la población, se mostró «a total disposición de la asociación», y destacó que «todos nos tenemos que involucrar en ayudar a la gente más desfavorecida, y los que podemos tenemos que ayudar a los que no pueden».
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