La Pobla Llarga vivió ayer una de las tradiciones más enraizadas en el calendario cristiano, la jornada dedicada a Sant Antoni Abat o del Porquet. Muchos vecinos de la localidad y de poblaciones colindantes no quisieron perderse la bendición de los animales que cada año se celebra en la calle Nou y reúne a personas de todas las edades.
Los habitantes de esta calle organizan desde hace muchos años esta fiesta que congrega y aglutina a muchos asistentes. Después de la misa mayor en honor al santo, la imagen de Sant Antoni es llevada por los pequeños de la calle y las mujeres en procesión, al son de la música de xirimiters. Acto seguido, bajo el manto del santo pasan los animales y mascotas que reciben su bendición y el pan bendecido dulce y con “llavoretes†que entregan los vecinos a los participantes.
Ardillas, tortugas, perros, gatos, periquitos, cotorras, peces y otras mascotas de lo más variopinto son vestidos de gala para recibir la bendición de parte del sacerdote de la localidad, y sus dueños no dudan en darles el pan para que durante este año no enfermen.
El alcalde de la localidad, Rafael Soler, quiso acompañar la comitiva que convirtió el dÃa de ayer en una mañana de fiesta.
A mi mujer se escapó el gato)) no se que me provoca más pena ahora, el gatito que esta muriendo por las calles o mi pobre niña.