La víctima de violencia de género, Rosa Planas, no tiene una vivienda donde cuidar a sus hijos
Rosa Planas tiene cuatro hijos, y después de sufrir durante 20 años malos tratos por parte de su ex pareja, el pasado mes de septiembre decidió separarse. Durante varios meses ha estado viviendo en casa de su hermana, aunque esto debía cambiar por problemas de espacio. Hace poco, nos cuenta su hermana Susana, «alquiló un piso en l’Olleria para estar cerca de mi, y poder tener a todos sus hijos juntos«.
El pasado lunes, después de unas compras con su madre y su hermana, al llegar las tres a la vivienda alquilada «encontramos varias pertenencias de mi hermana en la cale y la cerradura del piso cambiada«, asegura Susana. El problema era que era un piso de VPO y «el propietario no lo podía alquilar ni vender ya que si lo hacía le quitaban la subvención ofrecida por el gobierno«. Cuando las hermanas llamaron al dueño para preguntarle sobre lo ocurrido y poder recuperar todas sus pertenencias «se burlaba de nosotras«, relata Susana.
Al lugar de los hehos se personaron el padre del propietario, el mismo propietario con un amigo, la pareja del mismo y su madre. Insultos, empujones, bofetadas… fueron los resultados de ese encuentro. Con la llegada de la Guardia Civil, y tras tomar declaración, Susana dice: «Caí desplomada debido a un ataque muy fuerte de ansiedad. Estuve 25 minutos inconsciente y me tuvo que reanimar el SAMUR, después me trasladaron al hospital«.
Esta familia denuncia lo ocurrido y pide «medios para alquilar otro piso y que los niños puedan seguir yendo al colegio«. Además, el asunto ha empeorado bastante, ya que «hemos recibido una llamada con número privado diciéndome que si no quitábamos la publicación de El Levante nos iban a quitar del medio a mi hermana y a mi. Realmente empiezo a tener miedo pero no voy a dejar vencer y no voy a parar hasta que salga a la luz lo ocurrido».