El partido entre el CD Llosa y Guadassuar, correspondiente a la jornada 25 de la Regional Preferente G 3º, se suspendió por el lanzamiento de una bengala al campo cuando corría el minuto 44 de la primera mitad.
La Federación sancionó al club con una multa de 120 € y obligó a disputar el resto del encuentro a puerta cerrada, y al árbitro que suspendió el partido lo castigó con un mes en la “nevera” por hacerlo con causas insuficientes.
Este miércoles 1 de abril, a las 20’30 horas, se tenía que concluir el encuentro entre CD Llosa y Guadassuar. Los medios de comunicación acudieron al campo municipal “Sequiol” para informar de lo que allí sucediera a nivel deportivo. Llosa FM Media, emisora municipal de La Llosa de Ranes, se disponía a retransmitir el encuentro, al igual que hace con todos los partidos que disputa el CD Llosa. A la llegada al campo del equipo de reporteros se encuentran con que el conserje del estadio no puede estar en el recinto, algo que les parece poco lógico. Pero lo peor de todo llega cuando se apersonan ante el colegiado y le comentan que van a retransmitir el partido y éste les indica que eso no va a poder ser. La Federación le ha obligado a que en el recinto deportivo sólo estén presentes los jugadores que van a disputar el partido y los directivos que posean el carné. En ese momento llegan periodistas de prensa escrita y gráfica que se encuentran con el mismo problema.
Raúl Terol, director de Llosa FM, ha señalado que en estos tiempos es impensable que se coarte algo tan fundamental como es el derecho a la información. La Federación Valenciana de Futbol ha impedido que los medios accedamos a informar a la población sobre lo que está pasando en el Sequiol, algo ilógico si tenemos en cuenta que en los partidos de primera división e incluso de champions esto no sucede. ¿Qué interés tiene la Federación en que los medios no accedan a la información de este encuentro de futbol? ¿Quién es el lumbrera que ha tomado una decisión tan drástica y que ha obligado al árbitro a ejecutarla? Este mismo ha sido presionado hasta tal punto que llegó a afirmar que al partido no se puede entrar ni con “el carné de presidente del gobierno”, como respuesta al enseñarle los pases de prensa de los periodistas allí llegados.
Parece ser que el derecho a la libertad de expresión y el derecho a poder informar libremente todavía no ha llegado a un colectivo como el de la Delegación de Alberique. El responsable de esta decisión debería dimitir.