A través de la iniciativa “Cadena de favores” puesta en marcha en la parroquia de San José
Feligreses de la parroquia de San José de Ontinyent han recogido 19 cajas con más de 900 kilos de ropa y zapatillas, además de 480 tarjetas navideñas, que enviarán a los internos en el centro penitenciario de Picassent, dentro de la campaña “Navidad en prisión. ¿Rompemos cadenas?” del Secretariado de Pastoral Penitenciaria del Arzobispado de Valencia (SEPVAL).
Se trata de un grupo de feligreses que hace cuatro años puso en marcha la iniciativa llamada “Cadena de favores” con la finalidad de “ayudar directamente, de persona a persona, a quien lo necesite”, según han indicado fuentes del equipo de coordinadores del proyecto.
El pasado mes de octubre “empezamos a difundir la campaña de `Navidad en prisión´ con carteles en empresas, tiendas, cafeterías y parroquias, donde además de informar, dejábamos cajas para recoger tarjetas, ropa interior y zapatillas, y parece que hemos llegado al corazón de la gente porque la repuesta ha sido muy buena y tanto nuestros voluntarios como los comercios y particulares de la localidad se han volcado en ella”, han añadido.
Durante la campaña, que ya ha finalizado, estos feligreses han reunido alrededor de 480 tarjetas navideñas, “de las que hemos hecho a mano y escrito 400, para felicitar a los presos, y otras ochenta las hemos metido en blanco con sobres con sellos para que ellos las envíen a sus familias”.
El grupo “Cadena de favores” empezó en 2011 “con cuatro o cinco voluntarios y en la actualidad somos más de cien que, divididos en pequeños grupos, nos dedicamos a ayudar una hora por semana en residencias y domicilios con personas enfermas, acompañándolas y también echando una mano a los cuidadores, además de ayudar a las personas discapacitadas del centro Trévol y colaborar en el proyecto Sambori de Cáritas, en el Rotgle, donde atienden a niños con riesgo de exclusión social”.
Además, el grupo realiza en la actualidad un taller de formación para el voluntariado, otro de gestión del duelo, un `taller de la Esperanza´ de atención a la enfermedad y otro de guitarra.
Igualmente, “en nuestro grupo hay personas de todas las edades, desde los 23 hasta los 90 años que tiene la más mayor, la mayoría mujeres aunque también hay hombres, y siempre con el apoyo de la parroquia de San José, donde nació la idea de poner en marcha la iniciativa”, han señalado.