El presidente de caixa Ontinyent Rafael Soriano cierra el ejercicio 2010

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En 2011 se recuperará un poco la economía e incluso, podría empezar a crearse empleo en el segundo semestre

Un año más, gracias a todos por vuestra presencia.

Como siempre, queremos brindar con vosotros por unas buenas fiestas y para que el año 2011 nos traiga la alegría y el optimismo que son ahora más necesarios que nunca para afrontar y superar la crisis económica que arrastramos en los últimos años.

Me acompañan, en este acto, el Director General de Caixa Ontinyent, Vicente Penadés, y el Jefe de Secretaria y Obra Social, Vicente Ortiz.

Si recordáis, hace dos años pedimos que el 2008 pasara a la historia como el año de la crisis porque significaría que las cosas ya irían mejor. En 2009 renovamos ese deseo, pensando que ya se habían cumplido las peores previsiones macroeconómicas y que empezaban a vislumbrarse signos positivos. Desgraciadamente, 2010 nos ha confirmado que todavía estamos en horas bajas y, por tanto, volvemos a plantearnos, una vez más, si será el año que viene, por fin, el año de la recuperación.

Los indicadores económicos y las previsiones de los especialistas nos llevan a pensar que en 2011 se recuperará un poco la economía y que, incluso, podría empezar a crearse empleo en el segundo semestre. Es posible que se recupere también el consumo y la producción industrial, pero se mantendrán estancadas las inversiones de familias y empresas, y continuará goteando la morosidad.

Pensamos, en cualquier caso, que 2011 será un año de transición económica, un año que podría abrir la puerta, ya por fin, a una recuperación efectiva a partir de 2012.

Tenemos que creer y confiar en esa recuperación porque, en estos momentos, lo más necesario es la confianza. Precisamente, la falta de confianza en la economía española, especialmente por parte de los inversores institucionales y de los mercados internacionales, es la que está generando hoy las mayores tensiones y dificultades para iniciar la recuperación. Asistimos cada día a los problemas que tienen el Estado y las entidades financieras para renovar su deuda, al castigo que han venido soportando las bolsas españolas, a la subida de impuestas, a la reducción de salarios, a la congelación de inversiones y a las anunciadas privatizaciones de una buena parte de las empresas públicas para obtener liquidez.

Pero si hay algún sector donde la confianza juega un papel básico, ése es el financiero. Tengamos en cuenta, además, que la confianza es contagiosa y, por tanto, también lo es la desconfianza.

Ya avanzamos, hace un año, que 2010 seria de ajustes y de contracción, y que el sector financiero afrontaría una profunda reestructuración que, efectivamente, está produciéndose.

De los efectos de la crisis sobre las entidades financieras, yo destacaría cinco aspectos:

  • Está bajando el volumen de negocio como consecuencia de la contracción de la economía y de la atonía inversora.
  • Existen tensiones de liquidez, dificultades para refinanciar la deuda emitida y necesidad de recursos adicionales para amortizarla, por la falta de confianza de los mercados.
  • Están reduciéndose los márgenes de beneficio por el menor volumen de negocio, por el elevado precio que cuesta captar recursos y por el sobredimensionamiento de unas estructuras amoldadas todavía a las épocas de crecimiento.
  • Está digiriéndose, a costa de los beneficios, una morosidad que crece impulsada por el parón inmobiliario, por las dificultades de las empresas y por el incremento del número de personas en paro.
  • Y finalmente, las nuevas normas europeas aumentan las exigencias de una solvencia, que tiene que ser holgada para garantizar los depósitos y las operaciones de clientes.

En cuanto a la reestructuración del sector, sabéis que 40 de las 45 cajas de ahorro están inmersas en procesos de fusiones y concentraciones a través de las diferentes figuras jurídicas que ha incorporado la nueva legislación.

Unos procesos que avanzan a marchas forzadas y que han reducido el sector a apenas 17 entidades o grupos de entidades, algunas de ellas en forma de bancos.

Posición de Caixa Ontinyent

Y en estos aspectos, que hoy son los que más ocupan y preocupan al sector financiero ¿dónde se sitúa Caixa Ontinyent?.

Precisamente en la sesión de ayer, nuestro Consejo de Administración estudió el cierre del año 2010 y los presupuestos para el 2011 y, por tanto, la posición actual de nuestra Entidad.

Como sabéis y ya avanzamos en su día, Caixa Ontinyent no ha participado ni participa en ninguno de estos procesos porque están afectando, especialmente, a entidades que o bien pueden necesitar recursos adicionales para hacer frente a su negocio o bien pueden liderar estos procesos. Y en ninguno de estos casos, está Caixa Ontinyent.

Por otro lado, Caixa Ontinyent cerrará 2010:

  • con un descenso del volumen de negocio del 6%, en línea con la evolución del sector, con una óptima situación de liquidez, ya que no tiene que atender vencimientos de deuda a corto plazo, con un beneficio de 4,5 millones de euros, un 18% inferior al del 2009, cuando el sector está bajando más de un 50%, con una morosidad del 4,40%, que es un 25% inferior a la media del sector, y con un coeficiente de solvencia que, incluso antes de la aplicación de beneficios, supera en más de un 50% el mínimo legal y cumple ya los requerimientos de la nueva legislación europea para el 2019.

Como veis, dentro de la atonía que impone la situación actual, Caixa Ontinyent mantiene su negocio y sus beneficios, no tiene tensiones de liquidez y va aumentando aún más su solvencia.

Estamos satisfechos, por tanto, de nuestra gestión porque, además, encontramos la confianza en nuestros clientes, en los emprendedores y en el seno de Caixa Ontinyent. Una confianza que se reflejó en el resultado del test que publicó el Comité Europeo de Supervisores Bancarios en el mes de julio y que situaba a Caixa Ontinyent en una de las mejores posiciones de cara al futuro, incluso en escenarios de mayor estrés.

Confianza, en definitiva, porque cuando miramos atrás vemos 126 años cargados de situaciones distintas y cambiantes que hemos ido afrontando con éxito. 126 años en los que Caixa Ontinyent ha estado aquí, al lado de su gente, sufriendo cuando había que sufrir y disfrutando cuando había que disfrutar.

Pero, sobre todo, 126 años de gestión prudente, conscientes de que nuestra misión no es crecer por crecer y no es buscar el beneficio porque sí, sino ser lo suficientemente fuertes como para apoyar a nuestra gente y a nuestra tierra, especialmente en los momentos difíciles.

Como ya he dicho en otras ocasiones, Caixa Ontinyent no sólo es una empresa de números. Somos una institución de personas, que trabaja para personas y que se asienta sobre cuatro sólidos pilares:

  • Un negocio, que aporta riqueza a la zona, cifrado en 1.650 millones de euros, 90.000 clientes y 47 oficinas en 5 comarcas y en Valencia capital.
  • Un personal altamente cualificado. 240 empleados con una gran preparación y permanente formación.
  • Una tecnología constantemente actualizada, pionera, eficiente y respetuosa con el medio ambiente.
  • Y una aplicación social de los beneficios.

Una obra social que este año ha invertido 1,3 millones de euros, que tiene en funcionamiento 27 centros culturales, asistenciales, docentes o sanitarios, que desarrolla más de 100 actividades anuales, que genera 200 puestos de trabajo estable y que beneficia a más de 113.000 personas.

Una obra social que este año ha terminado las obras de la Residencia de discapacitados de Ontinyent y que ha puesto en funcionamiento el Centro Cultural con un éxito muy superior al que esperábamos. En estos 7 meses que lleva en funcionamiento, el Centro ha acogido actos y actividades diversas: exposiciones, conferencias, proyecciones, talleres, representaciones, recitales, cursos, seminarios, congresos… más de 70 actos con la participación o asistencia de 20.000 personas.

Para 2011, nuestra Asamblea General ha aprobado unas líneas de actuación similares a las de 2010 aunque amoldadas, evidentemente, al nuevo entorno económico y competitivo.

En el 2011 Caixa Ontinyent reducirá ligeramente su volumen de negocio y generará 6 millones de euros de beneficios. Pero destinaremos una buena parte a mejorar la cobertura de morosidad, por tanto, los beneficios finales serán de unos 3,6 millones de euros, que es un 20% inferior al 2010. En definitiva, un año muy complicado que esperamos superar bien.

Quiero resaltar, una vez más, la cohesión de los Órganos de Gobierno, de los directivos y del personal. Coincidimos todos en que el futuro nos exige más esfuerzos, más imaginación y más sacrificios. Pero también coincidimos en afrontarlo con optimismo porque estamos preparados y porque queremos y sabemos como hacerlo.

Gracias a todos.

Ontinyent, 30 de diciembre de 2010