- La consellera de Cultura, Trini Miró, inaugura la muestra
Valencia (15-3-10).- La directora del IVAM, Consuelo Ciscar, el Vicepresidente de la Fundación Bancaja, Vicente Montesinos, patrocinador y los comisarios de la exposición, Tomà s Llorens y Boye Llorens, presentaron ayer la muestra “De Gaudà a Picasso“ , que podrá visitarse hasta el próximo 27 de junio. La consellera de Cultura, Trini Miró, inauguró posteriormente la galerÃa.
Con motivo de la exposición el IVAM se organizó ayer el taller didáctico “De Gaudà a Picasso†que tendrá lugar hasta el próximo 27 de junio.
De Gaudà a Picasso centra la mirada sobre el arte catalán, prestando especial atención a la obra de juventud de Picasso y Julio González, artistas que se formaron durante el Modernismo y llegaron a ocupar un lugar destacado en la historia de la pintura y la escultura del siglo XX. Se hace una excepción, sin embargo, con GaudÃ, cuya presencia es indispensable en la apreciación del Modernismo; de ahà que la exposición preste una atención especial a Julio González y Joan González, y analiza temáticas tales como Casas y Rusiñol, pintores de la vida moderna; El Simbolismo en Cataluña; El fenómeno GaudÃ; Mir y Anglada Camarasa; Nonell y el miserabilismo; Picasso y la comunidad catalana en ParÃs; La inflexión clasicista y el final del Modernismo.
Las 125 obras que reúne la exposición proceden de diversos museos, fundaciones, entidades públicas y privadas, y coleccionistas particulares, como el MNAC, Museo Picasso, Museo de Monserrat, Real Cà tedra Gaudà de la UPC; Fundació Caixa Catalunya; Junta Constructora del Temple de la Sagrada Familia; Colección Masaveu, Colección Cau Ferrat de Sitges, Fundación Francisco Godia, Museo Reina SofÃa, Colección Thyssen-Bornemisza, El Prado, y el IVAM, entre otros. El catálogo de la exposición reproduce las obras expuestas y publica textos de Daniel Giralt-Miracle, Francesc Fontbona, Mercé Doñate, Marilyn McCully, Tomas Llorens y Boye Llorens.
El modernismo catalán fue un episodio intenso y corto de la historia cultural: su vigencia plena cubrió unos veinte años, desde mediados de la década de 1880 hasta mediados o finales de la primera década del siglo XX. Y fue un episodio intenso, que dejó una marca profunda en la memoria colectiva y quedó registrado en todos los relatos de la historia cultural española y catalana de la era contemporánea, sin duda una de las razones encuentra en su asociación con el nombre de dos creadores de fama universal, Gaudà y Picasso.
Con la segunda generación, se aborda en la exposición la influencia de la corriente espiritualista en el desarrollo del Modernismo. Asociada en parte a la actividad del Cercle ArtÃstic Sant Lluc, al que perteneció GaudÃ, esta tendencia renegó del progresismo materialista y el positivismo que inspiro los inicios de la Belle Epoque y empleo los recursos del simbolismo, que se extendÃa desde el norte de Europa, para forjar la imagen más distintiva del Modernismo.
La tercera y última etapa del modernismo estuvo protagonizada por artistas jóvenes (Mir, Anglada, González, Sunyer, Nonell, Picasso…), una generación que maduró, avanzado el siglo XX, adoptando unas posiciones en las que no se aprecia ya ningún rastro del entusiasmo decimonónico por la vida moderna que habÃa marcado los inicios del movimiento modernista. El modernismo podrÃa abordarse como la expresión de una crisis social que marcó la vida social, no sólo europea, sino también, y de modo particular y con rasgos diferenciadores, española y catalana
El entusiasmo modernista se disipó rápidamente en Barcelona a lo largo de la primera década del siglo XX. Este declive preside la trayectoria de los artistas de la segunda generación modernista y marca sus eventuales y futuras aportaciones a las vanguardias del siglo XX. La gran figura emergente de esos años es sin duda Picasso. En torno a él se congregan otros jóvenes artistas como Hugué, Canals, Sunyer o los hermanos Joan y Julio González, residentes todos ellos en Paris, a los que en los medios artÃsticos de la capital francesa se conoce como “la bande catalaneâ€.
El último gran pintor modernista fue Nonell. Compañero de generación de Picasso y Julio González, su obra representa la manifestación mas clara del miserabilismo, con un lenguaje sintético que se despliega en paralelo con el primer expresionismo europeo. Esta temática miserabilista se extiende entre otros artistas y tiene una importancia fundamental para la época azul que contribuirÃa a inscribir a Picasso en las vanguardias.