Realizadas por el artista valenciano José Antonio Espinar
El convento de las religiosas Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará del convento de San José y Santa Ana de la localidad valenciana L’Olleria, en donde están presentes desde el pasado mes de junio, ha dedicado unas pinturas murales en su iglesia a los 24 beatos mártires de la persecución religiosa de 1936 que nacieron o tuvieron vinculación con la localidad así como con la comarca de La Vall d’ Albaida.
Los murales, ubicados a los lados del retablo mayor neogótico del presbiterio, han sido realizados sobre fibra de vidrio y por el artista de Alzira José Antonio Espinar. Entre las figuras representadas se encuentra también la beata Josefa Naval, nacida en Algemesí en 1820, que si bien no es mártir, ha sido incluida “dada la enorme devoción que se le profesa aquí”, según han indicado a la agencia AVAN fuentes de la congregación.
“Dispuestos a modo de dos procesiones” que forman un arco alrededor del retablo mayor, con la imagen de Cristo crucificado en el centro, los murales de la parte izquierda recogen los rostros de 15 de los mártires, sacerdotes, monjas y seglares, junto a la religiosa agustina descalza Josefa María de Santa Inés y, los de la derecha, a otros diez mártires, entre ellos, el arcipreste nacido en Enguera, José Aparicio Sanz, junto a sacerdotes y religiosos y dos seglares de Acción Católica.
Se trata de “auténticos retratos” que aparecen “en actitud de devoción y templanza, generosidad, entereza, serenidad y entrega y con una fuerza interior alimentada por la fe”, según ha indicado hoy a la agencia AVAN el propio artista, quien ha añadido que “es la primera representación en conjunto y a este nivel de mártires en la diócesis después de los cuadros que alberga la propia Catedral de Valencia”.
Los murales, de 3,5 metros de alto y 1,80 de ancho cada uno, han sido pintados en taller “aunque cuentan con la apariencia de una decoración mural realizada ‘in situ’ que, además, no tiene los problemas propios de los frescos con grietas o humedades”.
Asimismo, las religiosas han instalado en el presbiterio un relicario con reliquias de los mártires retratados, después de solicitarlas a la delegación para las Causas de los Santos del Arzobispado de Valencia, “con la idea de que sea una iglesia dedicada a todos ellos, centro de oración y de su recuerdo”, según fuentes de la congregación.
Las pinturas fueron bendecidas el pasado 19 de marzo con la presencia de Carlos Miguel Buela, fundador de la Familia Religiosa del Verbo Encarnado, que está formada por dos institutos religiosos y una tercera orden laical. Los dos primeros son el Instituto del Verbo Encarnado’ (IVE), formado mayoritariamente por sacerdotes y el Instituto ‘Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará’ (SSVM), la rama religiosa femenina, fundada en 1988 en Argentina,“cuyas integrantes son tanto de vida apostólica como de vida contemplativa”.
Las religiosas de L’ Olleria “se dedican al retiro y la oración a favor de la humanidad y de la Iglesia”, acorde con su vida contemplativa de “adoración a Dios”, han indicado. Esta nueva comunidad es la “primera de la familia del Verbo Encarnado instalada en España en su rama femenina, ya que existe en Barbastro un convento masculino”. Está formada por cinco religiosas naturales de Argentina y una de Honduras.