El Ayuntamiento estudia la posibilidad de institucionalizar este itinerario, aunque según la edil de Turismo, «será complicado”
Alrededor de 300 personas participaron el pasado domingo en la ruta conventual organizada por el Ayuntamiento de Xàtiva con motivo del Día Internacional del Turismo.
La concejala de Turismo, Marian Soro, ha remarcado el “gran éxito” de esta ruta, con la que se mostró a los ciudadanos el rico patrimonio de la ciudad. El itinerario se centró en la iglesia de Sant Francesc, Real Monasterio de Santa Clara, ex convento de los Trinitarios, convento de la Consolación, ex convento de Sant Onofre el Nou, conjunto conventual de Sant Doménec y ex convento de Sant Agustí.
Los visitantes pudieron contemplar todo lo que esconden en su interior conventos que normalmente están cerrados al público. “En la Consolación, los asistentes se quedaron maravillados con una auténtica joya, un magnífico tríptico de Juan de Juanes”, afirma Soro.
Hay que señalar que no solo asistieron a la ruta vecinos de Xàtiva, también de otras poblaciones, como Canals, Ontinyent y Albaida. El tiempo acompañó, ya que salió un día gris pero no llovió y tampoco hizo calor.
El Ayuntamiento está estudiando la posibilidad de institucionalizar esta ruta conventual para que se realice de forma sistemática. Aunque, según la concejala, “será complicado, porque el convento de la Consolación por ejemplo, es de clausura y siempre está cerrado al público”, asegura. “La próxima semana tengo diversas reuniones y en breve tomaremos una decisión”, ha señalado.
Hay que destacar que Xàtiva contaba hasta el siglo XIX con doce conventos de todas la órdenes mendicantes, agustinos, dominicos, clarisas, franciscanos, etc. Con la desamortización de Mendizábal pasaron a ser propiedad del gobierno, fueron destinados a otros usos y algunos de ellos desaparecieron, otros sufrieron grandes destrozos y muchos fueron derribados.
La capital de La Costera dispone aún de un magnífico patrimonio conventual, representado especialmente por el Convento de la Consolación, Sant Onofre el Nou, Sant Doménec y Sant Agustí, aquellos que sobrevivieron a tan terribles avatares y posteriormente fueron restaurados en parte o en su totalidad.