«Allí no puedes ser una mujer. Nos tratan muy mal»

Una vecina de Xàtiva cuenta cómo la pretendían dejar morir desangrada en Dubai


Ana todavía no se ha recuperado de la pesadilla vivida la pasada semana con su esposo en Dubai. Allí, y en lo que era un viaje de placer, esta setabense estuvo cerca de morir desangrada por una hemorragia vaginal, y todo porque los servicios médicos le negaron la asistencia mientras no demostrara ser una mujer casada. De vuelta en su tierra, el matrimonio ha decidido contar su experiencia para que sirva de advertencia a todos los futuros viajeros.

Y la noticia ha dado la vuelta al mundo: En el hospital a Ana la dejaron completamente desatendida y a su marido lo arrestaron, mientras les daban una hora para presentar documentos que les acreditaran como matrimonio de hecho y derecho.

«No importó lo que dijera mi marido. Les dijo que lo arrestaran a él si querían, pero que lo primero era mi vida, que hicieran algo por ayudarme. Nada. No sirvió de nada. Le dijeron que a mí no me tocaban».

Les habían dado una hora, apenas un poco menos de tiempo del que le quedaba a la paciente si la dejaban en el estado en que se encontraba. Y es que el adulterio y las relaciones extramatrimoniales están penadas por ley en el país; las demostraciones públicas de afecto, también, y la única forma de declararse inocente en estos casos es llevando consigo un libro de familia, algo que el matrimonio de Xàtiva no había hecho, algo que no sabían que debían hacer.

Pero hubo suerte, mucha suerte. Porque Ana estaba casada y pudo demostrarlo. Finalmente, y tras movilizar a familia y amigos en España para que entraran dentro del domicilio de la pareja y buscaran el libro de familia, llegó el papel a Dubai. Un fax cinco minutos antes de la hora límite fue lo que salvó a la setabense de una sentencia de muerte ya firmada, porque no iban a hacer nada por ella mientras no aportara pruebas que la exculparan de su supuesto crimen. Y las aportaron por los pelos. Sólo entonces le impideron morir.

La vecina de Xàtiva no quiere ni pensar qué habría ocurrido si el libro de familia no hubiera aparecido a tiempo o, peor, si ella hubiera sido realmente soltera.

«Tenemos parejas de amigos con hijos, pero que no están casados. ¿Con ellos qué ocurriría? No es justo que por una tontería armen la que arman. Que te dejen morir por un papel».

Después de lo ocurrido, Ana y su marido no tienen intenciones de volver por la zona, ni tampoco de viajar a un país en los que mujeres y hombres no sean tratados en condiciones de igualdad. Con este suceso ha vuelto a saltar la alarma sobre la tolerancia y la integración hacia las distintas religiones y culturas, y entre las distintas sociedades. Pero más todavía sobre la importancia que puede tener una vida humana.

Y eso es lo que le ocurrió a Ana. En Dubai, ella era considerada soltera, y cualquier incidente ginecológico se relacionaba directamente con el crimen del adulterio.

«Poco después de llegar una pareja de ingleses nos contó que habían sido encarcelados durante un mes por darse un beso por la calle»

, cuenta Ana, quien no podía creer que su historia iba a ser mucho más trágico. Porque el crimen de ella, fue penado con el abandono a su suerte dentro de un hospital.

«Allí no puedes ser una mujer. Nos tratan muy mal», lamenta la afectada. «Esto aquí no pasa. Antes atendemos a quien sea y hacemos lo que tengamos que hacer. No dejamos morir a la gente porque sí».

En determinados países, sobre todo en aquellos donde se practica el islamismo, la mujer no goza habitualmente de los mismos privilegios que los hombres, y esto es una realidad que muchos conocen y que viene levantando ampollas y polémica desde hace tiempo. Este debate social resalta sobre todo cuando la víctima del sistema es una mujer que no practica la religión, o que proviene de una zona donde se le considera una persona con los mismos derechos que la población masculina.

De vuelta a casa, el matrimonio no pretende emprender ningún tipo de acción legal.

«Afortunadamente salimos de allí con vida, y sólo queremos seguir adelante. Y no volver. Y si alguien tiene que ir, sobre todo mujeres, le recomendamos que se informe completamente de lo que puede y lo que no puede hacer allí. De los derechos que tiene».

Texto y entrevista: Portal de Xàtiva

Un comentario sobre “«Allí no puedes ser una mujer. Nos tratan muy mal»”

  1. Y luego aqui, porque les pedimos que no oculten la cara tras un pañuelo, la que montan en los medios de comunicacion.
    No hay derecho.

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