La Junta del colectivo ACFASP de administrativos de sanidad se ha reunido con el Director General de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad para trasladarle la situación de falta de definición de funciones por categoría y las dificultad para su promoción profesional que afecta a la correcta retribución del trabajo que realizan. Han pedido conocer las posibilidades que existen para subsanar una problemática que arrastra el sector de administrativos de la sanidad desde los años 80.
Durante el encuentro se informó también de la iniciativa de constituir una federación estatal de colectivos profesionales de administrativos de la salud cuya finalidad será velar por el reconocimiento profesional y adecuación de sus funciones de este colectivo en los equipos sanitarios.
La reunión tuvo lugar hace una semana en la sede del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social de Madrid. A la cita acudieron, invitados por ACFASP, representantes de otros colectivos como la Asociación de Administrativos de la Salud AAS con sede en Cuenca, la Plataforma de Administrativos del SAS de Andalucía y el colectivo MyRAS (Motivación y Reconocimiento de administrativos de la salud) de Madrid.
La conversación se centró en reivindicar la situación que atraviesa este colectivo profesional cuyas distintas administraciones autonómicas, responsables de la gestión de personal, no han desarrollado la normativa para adecuar los puestos de trabajo y categorías a las funciones que realmente realizan, llegando a general desigualdades retributivas y agravios comparativos entre las distintas categorías de la función administrativa.
Así como en el personal sanitario sí tiene bien definidas las funciones a sus categorías, en la función administrativa sanitaria se da la circunstancia de que no existe normativa que asocie y defina qué funciones son de cada categoría. A pesar de que sí se ha regulado esta necesidad, ninguna administración a acometido lo que el colectivo dice “es una prioridad que no puede ser más demorable, al menos en la puesta en marcha de medidas correctoras”.
Así, según reivindican todos los colectivos que se reunieron en Madrid, la mayoría de profesionales son auxiliares realizando funciones que en cualquier otra administración son de categoría superior. A ello se suma la falta de profesionalización, dado que no se exige titulación específica ni conocimientos en materia de administración sanitaria.
El Director General de Ordenación Profesional Rodrigo Gutiérrez, mostró su interés por esta problemática que dijo “conocer y comprender”, así como de la necesidad de que las administraciones sanitarias de las Comunidades Autónomas se pongan a trabajar en esta demanda profesional.
Además de reconocer la situación, tanto el Director General como la Subdirectora General de Recursos Humanos también presente en la reunión, se comprometieron a llevar esta petición de los colectivos de administrativos de la salud a la próxima Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud “aportando algunas recomendaciones generales a los responsables de personal de Sanidad de las distintas Comunidades”. Pretenden así poder llevar a cabo un “plan de trabajo y seguimiento” sobre las actuaciones que adopte cada una de ellas, según afirmaron los responsables de esta Dirección General.
Desde los colectivos presentes se evidenció el agradecimiento por la atención que el Ministerio de Sanidad ha mostrado ante esta problemática que según afirmó el Presidente de ACFASP Manel Castello: “la situación es conocida por todas las administraciones sanitarias, vemos que el Ministerio también pero no apreciamos muestras de que se esté trabajando de verdad por resolver la problemática que se eterniza mientras, se da prioridad a las necesidades de las profesiones sanitarias tradicionales”.
Así los colectivos presentes mostraron también su interés por colaborar con la Administración aportando datos, dando visibilidad al problema y señalaron que van a confeccionar un “mapa de situación” de ámbito estatal en el cual se va a reflejar la realidad de los administrativos de la salud. Según coinciden estos profesionales están “sometidos en un 80% de nuestras plantillas, a una injusticia y desigualdad ante el trato como profesionales, ante una correcta retribución de las funciones y ante el reconocimiento de un trabajo que suele pasar desapercibido pero que es fundamental si se quiere dar una asistencia sanitaria de calidad”.
