ARTICULO DE OPINIÓN | Jesús Antonio Fernández Olmedo
El racismo es un problema estructural, entre otros. Posteriormente al asesitato de Marthin Luther King y Malcom X ellos quieren que aparezcan «muchos rostros negros» en las pantalla hasta que finalmente aparecieron como por arte de magia , un presidente negro, un fiscal negro y un director de seguridad negro pero ellos como todos sabemos hoy no pudieron o no quisieron cumplir. Estos negros de hoy están pidiendo legitimidad en una palabra, la gente esta pidiendo que se les trate por seres humanos simplemente.
Las masas negros , marrones o de cualquier otro color se sienten sin poder, sin representantes, sin protagonismo ninguno y es ahí cuando comienzan a manifestarse unos de una forma o otros de otra, no le puedes pedir a la masa que todos se manifiesten de la forma que a ti te gusta, de manera pacífica porque no todos habrán tenido la oportunidad de estudiar en Harvard.
En estos lugares los bancos e instutuciones de poder nombran a los secretarios de defensa y otros altos cargos y aunque sean negros ellos fueron responsables después de miles de muertos en guerras en oriente medio.
El racismo y el desprecio a las personas de una raza diferente está instalado hoy en las sociedades porque seguimos colocando a las personas por encima de las cosas.
Por supuesto que algunos se aprovechan de las situaciones de desigualdad para cuando les sale la oportunidad explotar aún mas a estas personas.
Es impensable «volver a la normalidad» por estas razones.
Realmente estamos viviendo una situación crítica a nivel global que en este artículo me atrevo a remover para agitar alguna conciencia.
No necesitamos «volver a la normalidad», necesitamos cambiarnos radicalmente y esto exige coraje y también mucha audacia.