Un total de 2.474 personas mayores que viven solas o están en situación de dependencia cuentan con atención sanitaria ‘a un botón de distancia’ en los municipios de La Costera, La Canal de Navarrés y La Vall d’Albaida gracias al servicio de Teleasistencia de la Diputación de Valencia, que permite mantener la autosuficiencia en el hogar a las personas de más edad y en muchos casos con movilidad reducida. “Cada etapa de nuestra vida tiene unas necesidades diferentes y, cuando llegamos a cierta edad, las limitaciones físicas y la inseguridad de estar solos en casa nos preocupa y también a nuestras familias y este servicio se revela como una de las mejores opciones para garantizar una mayor seguridad, así como mayor independencia y tranquilidad”, señala la diputada de Salud, Bienestar Social y Educación, Mercedes Berenguer.
De las tres comarcas centrales, La Vall d’Albaida es, con 1.207, la que cuenta con un mayor número de usuarios, seguida de La Costera, con 915, y La Canal de Navarrés, con 352. En la actualidad, el servicio llega a los 61 municipios que integran estas comarcas, de manera que en todos ellos hay al menos un usuario activo.
Los dispositivos del servicio de Teleasistencia, que la Diputación ofrece a los municipios a través de Atenzia, son unos terminales sencillos que se instalan en el domicilio de las personas solicitantes, de manera que un transmisor acoplado a la línea telefónica les conecta con la central. “De esta manera, solo pulsando un botón, se movilizan los recursos sanitarios, sociales y/o familiares necesarios para superar cualquier obstáculo que se nos plantee en la vida diaria”, resalta Berenguer, para quien el objetivo es “que las personas mayores se sientan independientes y, al mismo tiempo, puedan conseguir ayuda en cualquier momento”.
Solo en 2016, el ente provincial dio de alta 2.236 dispositivos nuevos, elevando a 15.592 la cifra global de usuarios en las comarcas valencianas, exceptuando Valencia ciudad. En términos económicos, la Diputación de Valencia destinó el año pasado 2,1 millones a este servicio, que se acopla a la línea telefónica para conectar a sus usuarios a una central receptora de alarmas con tan solo pulsar un botón. De esta manera, los vecinos de más de 65 años que viven solos o están convalecientes tienen garantizada atención sanitaria profesional ante cualquier emergencia las 24 horas del día y los 365 días del año, lo que contribuye a su tranquilidad y una mayor independencia a la hora de vivir en su domicilio.
Según explica Esperanza Vidal, directora territorial de la empresa prestataria del servicio, Atenzia, el 80% de los usuarios son mujeres, y más de la mitad (60%) tienen edades comprendidas entre los 80 y los 90 años. No en vano, el perfil mayoritario de los usuarios de la Teleasistencia es el de una mujer de entre 75 y 89 años, generalmente viuda, que vive sola y tiene ciertas dificultades de movilidad.
Monitorización complementaria del hogar
En el Centro de Atención de Atenzia en Valencia, una veintena de profesionales reciben las llamadas y también las realizan, según la situación de los usuarios. Además de este servicio básico de Teleasistencia, el Área de Bienestar Social de la Diputación de Valencia completa su oferta con dispositivos “periféricos”, equipos que se instalan en los domicilios de los usuarios en adición al terminal habitual en función de las circunstancias especiales de cada persona y que monitorizan el entorno para garantizar la atención en caso de emergencia.
Estos dispositivos han permitido en muchos casos evitar situaciones de peligro, puesto que detectan tanto la acción –humo, fuego, gas- como la inacción –falta de movimiento o inactividad- y envían una señal al terminal de Teleasistencia, que entra en contacto con el centro de atención.
“Ese valor que empieza a ser reconocido del hogar como espacio referente para un buen envejecimiento es un elemento imprescindible para que la sociedad aprenda a contemplar a los mayores como personas capaces de organizar su vida mientras siguen viviendo en un entorno conocido y confortable, como es su casa”, concluye Mercedes Berenguer.