Centenares de equipos de sanitarios luchan contra esta pandemia del covid-19, entre ellas Sara Rodríguez, jugadora de la liga de plata española en el Club Voleibol Xàtiva. Todos y todas queremos ofrecer un testimonio de solidaridad y gratitud, en primer lugar pensando en el personal sanitario, sin olvidar todos los demás campos de actividad, que están contribuyendo a garantizar nuestro bienestar.
Sara Rodríguez colaboró desde el primer momento en la campaña “Quédate en casa”, y queríamos conocer, con algo más de detalle, su experiencia vital como deportista y sanitaria. Nos interesaba entrevistarla también porque no solo utiliza los valores del deporte en su profesión, sino que anima, con sus experiencias, a que los/las jóvenes deportistas puedan hacer compatible el deporte con los estudios. El secreto según Sara: “Es crear rutinas eficaces, que hacen que se tengan que organizar muy bien el tiempo, independientemente del nivel educativo en el que se encuentren”. Después de la suspensión definitiva de las ligas por parte de la Real Federación Española, Sara, como el resto de sus compañeras ya tiene muchas ganas de volver a las canchas, pero ahora juega en otra liga más importante.
¿Nos puedes comentar unas pinceladas de tu carrera profesional como enfermera y como deportista?
Actualmente trabajo en la Fundación de Investigación del Hospital General de Valencia, formando parte de la Unidad de Ensayos Clínicos donde se llevan a cabo estudios de diversas patologías y sus posibles nuevos tratamientos, incluyendo la reciente investigación con COVID-19. Realice mis estudios en la Universidad de La Laguna en Tenerife, en la Escuela Universitaria de Enfermería Nuestra Señora de Candelaria. Durante el periodo de estudios, realicé un voluntariado humanitario en África colaborando con el proyecto de Medicina, lo cual me motivó mucho a continuar por este camino, sacrificado pero a la vez tan satisfactorio, que es la atención sanitaria. Una vez terminados los 4 años de carrera, quise especializarme en el área de la Enfermería Oncológica realizando dicho máster en la Universitat de Vàlencia en 2019.
En cuanto al ámbito deportivo, comencé a jugar a voleibol en mi isla (Tenerife), con el Club Voleibol Agüere, donde me formé hasta la etapa juvenil. Fue en el Cuesta Piedra Santa Cruz donde empecé a competir en la superliga2 femenina por primera vez. El último equipo isleño del que formé parte fue el Arona Tenerife Sur durante un periodo de 3 años, donde tuve la grandísima suerte de compartir cancha con grandes jugadoras del voleibol nacional e internacional, consiguiendo dos ascensos consecutivos.
Ascendimos a la Superliga1 Femenina y fuimos subcampeonas de la Copa de la Reina 2018. Al año siguiente salí del archipiélago para jugar con el Club Volei Grau de Castelló, y ahora me encuentro muy satisfecha formando parte del Club Voleibol Xàtiva.
¿Es compatible ser deportista de élite con la realización de estudios universitarios, en tu caso, como te ha ayudado el deporte a estudiar?
Creo que es totalmente compatible, además lo considero muy necesario. El deporte hace que tengas que organizar muy bien tu tiempo, creando rutinas eficaces donde puedas compatibilizar la actividad física y el estudio, independientemente del nivel educativo en el que nos encontremos. En mi caso, en muchos de los clubes en los que jugué se entrenaba entre 2 y 3 horas al día, durante 4 días a la semana, sin contar la competición.
Al estar en una isla, cada 15 días debíamos desplazarnos a la península para jugar los partidos oficiales, empleando en este viaje, prácticamente todo el fin de semana. Esto tenía la consecuencia de tener que estudiar muchas noches y buscar el tiempo entre aviones, pero este esfuerzo hizo posible que pudiera disfrutar de todas las experiencias deportivas vitales que me brindaron, incluso en las etapas más exigentes de la evaluación académica.
Por otra parte, está demostrado que el deporte es altamente beneficioso para los estudios. Al realizar actividad física, liberamos estrés y se activan áreas cerebrales relacionadas con la memoria y la atención, lo que hace que nos sea mucho más fácil retener información durante y tras la realización de actividad física.
¿Qué valores te ha transmitido el deporte, y como han influido en tu vida diaria, sobre todo como profesional de la enfermería?
Antes del voleibol he practicado otros deportes como atletismo, baloncesto y karate, y finalmente todos ellos, a pesar de su diferente naturaleza, me han transmitido los mismos valores fundamentales: el compromiso, el respeto y el afán de superación. Y es que muchas de las cosas que he conseguido, tanto en el deporte como en mi vida personal y profesional, no han sido gracias a capacidades físicas o intelectuales, han sido porque todo lo que me he planteado hacer lo he hecho bajo estos valores.
La similitud que guardan los valores en el voleibol y en la enfermería es que ambos son un trabajo de equipo, un equipo con el que te comprometes y respetas a cada una de sus integrantes, donde sabes que la mejor versión de ti misma dará lugar a la mejor versión del grupo y creo que ahí está la diferencia en alcanzar o no tus metas y objetivos.
Como muchos otros profesionales te encuentras en un hospital: ¿cómo estás gestionando esta situación a nivel personal y entre el equipo de profesionales que os ayudáis?
En cuanto al equipo, existe un gran ambiente de colaboración entre todos. Sabemos que estamos expuestos a un riesgo mayor que la población general y que el trabajo y compromiso colectivos son cruciales para nuestra protección y la de los que nos rodean, desde pacientes hasta nuestra propia familia, o las personas con las que convivimos.
A nivel personal, muchas veces la situación es estresante, sobretodo en el ambiente de trabajo, porque eres responsable de la salud de muchas personas, pero tengo la suerte de poder compartir el día a día con mi compañera de piso cuando llego a casa, y siento su apoyo y el de mi familia y amigos en la distancia, lo que siempre anima y motiva a seguir trabajando para, entre todos, conseguir volver a la normalidad lo antes posible. Por eso es ahora tan importante que las personas se queden en casa.
Cuéntanos el día a día en el hospital.
En mí día a día, trabajo en la Unidad de Investigación como enfermera coordinadora de ensayos clínicos. Mi labor es llevar un seguimiento y control de los pacientes que están siendo tratados con un fármaco en estudio, a la vez que valorar la efectividad y seguridad de dicho fármaco, mediante diversas pruebas. En el día se realizan numerosos procedimientos a los pacientes, entre los que destacan extracciones de muestras biológicas que son procesadas y analizadas en el laboratorio. También se analizan muestras de COVID-19, con el fin de detectar los casos positivos y poseer muestras necesarias para la investigación científica.