Les ofrecían un salario de 500 euros que al llegar a España se quedaba en 50
Uno de los sospechosos también fue detenido como presunto autor de un delito de trata de seres humanos para explotación laboral
Agentes de la Policía Nacional han detenido a tres hombres de 20, 34 y 37 años, de origen rumano, como presuntos autores de un delito contra los derechos de los trabajadores, tras dedicarse a la explotación laboral de compatriotas para la realización de tareas agrícolas en la comarca de la Ribera Alta. A uno de los detenidos también se le considera investigado por un delito de trata de seres humanos para explotación laboral.
Las investigaciones se iniciaron a finales de febrero, al tener conocimiento los policías que varias personas de nacionalidad rumana habían sido captadas en su país de origen por compatriotas que les habían ofrecido desarrollar una labor agrícola en España con unas óptimas condiciones laborales y de vivienda.
Continuando con las investigaciones, los policías averiguaron que estas personas convivían en viviendas sitas en la comarca de la Ribera Alta con otros compatriotas, llegando a vivir hasta 10 personas, así como que percibían un salario muy inferior al que le habían ofrecido en su país, debido a que les descontaban en concepto de alquiler de herramientas, de alojamiento, transporte, etc… por lo que de un sueldo de 500 euros se les quedaba en 50.
Las víctimas, un total de cinco, se encontraban en un estado de semiesclavitud y en alguna ocasión al parecer habían sido amenazadas por los responsables con propinarles una paliza.
Como consecuencia de las investigaciones, los agentes averiguaron la identidad de los responsables que fueron detenidos como presuntos autores de un delito contra los derechos de los trabajadores y uno de ellos además por un delito de trata de seres humanos para explotación laboral.
La operación ha sido llevada a cabo por agentes de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Valencia y de la Comisaría de Alzira.
Los detenidos, dos de ellos con antecedentes policiales, tras ser oídos en declaración fueron puestos en libertad, no sin antes ser advertidos de la obligación de comparecer ante la Autoridad Judicial cuando para ello fuesen requeridos.