El próximo domingo 31 de marzo a las 18:30 h de la tarde el Convento de la Consolación de las Monjas Dominicas de Xàtiva, inicia los actos para celebrar su 500 aniversario de su fundación en 1520, organizando una fiesta de inicio del año Jubilar, y una eucaristía que presidirá D. Jose Canet Canet, Abad de la Colegiata de Xàtiva.
Sor Elvira Catalá, escribe una pequeña reseña sobre la historia del Convento.
«En el ya desaparecido ‘Portal fosc’. Allá por el año 1518 había una ermita y en ella un hermoso cuadro de la Virgen de la Consolación. Bella pintura de autor desconocido, creación del arte valenciano (de fines del S. XV o principios del XVI, según opinan algunos críticos.
La guerra y la peste hicieron sus estragos en la ciudad. Los setabenses acuden a pedir gracias y consuelo ante esta imagen de Ntra. Sra. De la consolación.
Y los frailes dominicos que ya estaban establecidos en la ciudad desde el año 1347, siendo entonces prior el venerable P. Fr. Luis Castelloli, trae monjas dominicas del Monasterio de Ntra., Sra. De los Ángeles de la ciudad de Barcelona y funda, el 31 de marzo de 1520 el convento de la consolación sobre y alrededor de dicha ermita. Pocos detalles conocemos de la historia de dicho monasterio ya que primero el incendio de 1707 y después el terremoto de 1748 nos han dejado sin documentos. Se conoce por un manuscrito de la real biblioteca del Escorial que el duque de Calabria, D. Fernando de Aragón tuvo una hija que ingresó como religiosa en este monasterio de la que dice: “Ilustrísima e muy virtuosísima religiosa sor Jerónima d´Aragón.»
También se conserva una carta fechada desde Manila el 24 de junio de 1764 y firmada por el hoy San Jacinto de Castañeda dirigida a la M. Priora Sor Josefa M. Aliaga y Comunidad.
La devoción que los setabenses tenían a la Virgen de la Consolación tiene una continuidad. Se lee en las crónicas: Todos los años el día de la Asunción, ambos cabildos, el eclesiástico y el civil iban procesionalmente a visitar a la Virgen del portal Fosc.
El tiempo, las guerras, las catástrofes, pueden haber destruido y erosionado los valores artísticos e históricos, pero los valores del espíritu han permanecido gracias a la tradición viva que la comunidad de monjas Dominicas guarda actualiza y cultiva.”