Vicente Parra detalló el nuevo modelo de gestión en Estubeny y Cerdà
El Consorcio para la gestión de residuos del Plan Zonal X, XI y XII, área de gestión 2, se trasladó esta semana a Estubeny y Cerdà para informar sobre los cambios en el modelo de gestión de residuos que se inició el pasado 1 de julio de 2012 y sobre el nuevo recibo que los vecinos han de abonar al COR. Durante las charlas, el Presidente del COR, Vicente Parra, aseguró que el tránsito al nuevo modelo de gestión no se ha iniciado “por el interés personal de ningún alcalde, de ninguna formación política o de ningún gobierno ya sea local o autonómico” y remarcó que el inicio de este ambicioso proyecto para las cinco comarcas se debe a que “los ayuntamientos consorciados estamos trabajando, desde el que comenzamos en 2005, para cumplir con las directrices europeas y estatales e igualarnos a nuestros países vecinos en materia de gestión de residuos”.
Respecto a este tema, Parra afirmó que en otras comunidades autónomas (como Madrid y País Vasco) este modelo de gestión ya lleva muchos años funcionando, e incluso en plantas como la de Valdemingómez (Madrid) ya se han realizado trabajos de recuperación paisajística en los vertederos “tan temidos por los vecinos, y los madrileños ya disfrutan de zonas verdes para realizar actividades lúdicas donde antes se depositaban los residuos”. El representante del COR también quiso tranquilizar a los asistentes explicando que a diferencia de los vertederos tradicionales, donde los camiones descargan la basura directamente, el depósito controlado planeado en Llanera de Ranes “sólo recibirá 44 de cada 100 kilos de basuras que generemos los usuarios del COR”, y todos ellos después de que se hayan tratado y valorizado las bolsas llegadas de los municipios, “con lo que cualquier tipo de contaminación del suelo, por gases o de los acuíferos como pasaba en los antiguos vertederos, queda descartada”.
Los representantes del COR informaron que la ubicación de la planta de Llanera conlleva una serie de estudios geológicos previos que garantizan la impermeabilidad del suelo necesaria para admitir el depósito de residuos, mientras que las características y la tecnología previstas para la planta “hacen posible que se hubiera podido ubicar en cualquier polígono industrial de cualquiera de las localidades que forman el Consorcio”.
Tirar el fem en un clot com el de Llanera no és equiparar-se a Europa, és una solució tercermundista. El Consorci només mira per l’interès de les empreses que arrepleguen el fem i el colguen, no miren per l’interès de la ciutadania. L’últim recàrrec que ens han clavat demostra la vinculació entre els polítics i les empreses del sector. Una vinculació indecent. No reciclen: trien i enterren. Tercermundisme. I corrupció, si per al polític preval el benefici de les empreses per damunt de la ciutadania.