Las próximas elecciones al Parlamento Europeo del 7 de junio adquieren una importancia relevante, no solo porque es el órgano de participación democrática directa de los ciudadanos de la Unión y es una institución cada vez más dotada de competencias para la aprobación de importantes decisiones polÃticas, sino por las especiales circunstancias en que van a celebrarse estos comicios, en medio de una grave crisis económica global, europea y de cada uno de los paÃses que integran la Unión, entre ellos España, y por desarrollarse en un contexto en que no ha terminado de consolidarse el nuevo marco institucional europeo derivado del Tratado de Lisboa.
Estas elecciones conciernen también de manera especÃfica a todos los trabajadores españoles y europeos. Europa ha adoptado más de 60 leyes sociales en beneficio de los trabajadores, sobre todo en cuestiones como salud y seguridad, igualdad, fusiones de empresas e información y consulta. El último avance ha sido el acceso a derechos iguales para los trabajadores de empresas de trabajo temporal y una mejor regulación de los comités de empresa europeos.
Europa, o una interpretación de lo que es Europa, puede ser también una amenaza. La amenaza de quienes proclaman como valores absolutos el mercado interior y la libre competencia. Ejemplo de ello han sido las polÃticas conservadoras defendidas por la Comisión Europea, a las que ha tenido que hacer frente el Parlamento, y la Confederación Europea de Sindicatos ante un claro deslizamiento de las polÃticas europeas hacia las posiciones más conservadoras y de derechas del espectro polÃtico.
El Parlamento Europeo puede marcar la diferencia. De hecho ha apoyado a los sindicatos europeos para cambiar sustancialmente la directiva Bolkestein sobre los servicios, la desregulación del trabajo en los puertos y el debilitamiento de la directiva sobre tiempo de trabajo. Y se ha conseguido gracias a la iniciativa y apoyo, entre otros, de parlamentarios españoles de la izquierda polÃtica, dando prueba del valor que tiene depositar el voto en opciones progresistas que promuevan una Europa más social y con derechos.
UGT considera que el análisis de la actuación polÃtica desarrollada por cada una de las fuerzas polÃticas que concurren al proceso electoral y su apuesta por una Europa más social, asà como de las propuestas contenidas en los programas polÃticos, son elementos esenciales que los trabajadores y trabajadoras deben considerar de forma seria y rigurosa a la hora de decidir el sentido de su voto. Hay que lamentar que el tono y el contenido de la campaña electoral no haya ayudado hasta el momento a que la ciudadanÃa española pueda conocer las propuestas de las diferentes candidaturas sobre la polÃtica europea. En lÃnea con lo manifestado por la Confederación Europea de Sindicatos para estos comicios, reclamamos:
1. Medidas destinadas a reforzar los derechos de los trabajadores y de los sindicatos mediante la adopción de un Protocolo de progreso social y una revisión de la directiva sobre el desplazamiento de trabajadores para corregir las sentencias recientes del TJCE (Laval, Viking, Rüffert, etc). Estas medidas son esenciales para el restablecimiento de nuestros derechos fundamentales sobre la libre circulación de la mano de obra y los servicios;
2. Un nuevo Pacto Social frente a la crisis económica, con la plena participación de los sindicatos y de los trabajadores, con el objetivo del pleno empleo, empleos de calidad, mejores salarios y mejores pensiones, estados del bienestar más fuertes, cotizaciones más elevadas, desarrollo sostenible y una fuerte regulación de los mercados financieros. Los trabajadores no deben pagar el precio de la incompetencia de los banqueros;
3. Una polÃtica social europea más fuerte y una polÃtica fiscal coordinada para poner en marcha una Unión Europea social;
4. Un acuerdo justo sobre tiempo de trabajo, que proteja a los trabajadores de las largas horas de actividad laboral, que salvaguarde el papel especÃfico de las negociaciones colectivas en la organización del tiempo de trabajo, y que garantice a todos los trabajadores el derecho de poder conciliar el trabajo y la vida familiar;
5. Mayor protección contra el aumento del trabajo precario y a favor de los trabajadores que tienen empleos precarios, ofreciéndoles una mejor cobertura gracias al derecho laboral y a la seguridad social, y el paso hacia empleos de calidad;
6. Una nueva estrategia industrial europea basada en la innovación, la investigación y desarrollo, la educación y formación, y el desarrollo sostenible. Queremos garantizar un paso rápido y justo hacia una economÃa con un baja proporción de carbono, con un impuesto al carbono para las importaciones provenientes de los paÃses industrializados que no respeten las tasas de emisión de carbono de la UE y otras normas medioambientales;
7. Una nueva iniciativa sobre la igualdad de oportunidades destinada a luchar contra la persistente discriminación, en particular la diferencia salarial, y a garantizar que las medidas contra la crisis también beneficien a las mujeres.
8. Mejor protección e igualdad de trato para los trabajadores migrantes y móviles y un fuerte compromiso contra el racismo, el nacionalismo y la xenofobia;
9. El respeto a los servicios públicos y una mejor protección estatutaria de las inversiones y de los empleos de calidad. Pedimos, al igual que la CES, el apoyo a las candidaturas que apoyen estas propuestas. Ante las informaciones recientes acerca del supuesto propósito de la Comisión Europea de presentar una nueva propuesta sobre la revisión de la Directiva de tiempo de trabajo, Pero, además, los trabajadores y trabajadoras españoles deben tomar en cuenta a la hora de decidir su voto, que en el próximo perÃodo la sociedad española va a tener que hacer frente a una serie de cuestiones y desafÃos de la mayor trascendencia, sobre los que se vienen pronunciando las distintas fuerzas polÃticas nacionales.
Es el debate sobre las medidas a corto y largo plazo que estima UGT necesarias para salir de la crisis: el valor del trabajo como fundamento de un nuevo modelo de crecimiento económico sostenible; la necesidad de mantener y ampliar la protección social de los más débiles ante la crisis; el rechazo de la desregulación laboral, y de la supresión de la causalidad en la contratación y el despido, asà como el rechazo a la desaparición de la tutela judicial efectiva, lo que llevarÃa a la precariedad y al abaratamiento del despido; y, las medidas de reforma que, mediante el diálogo social y la negociación colectiva, deben llevarse a la práctica para cambiar el patrón de crecimiento, la creación de más y mejores empleos y la ampliación del campo de la protección social. En suma, la necesidad apremiante de abordar un cambio en el modelo productivo, que permita hacer frente a las actuales debilidades del sistema económico español en el nuevo contexto definido, por la situación de crisis económica y de pérdida de empleo, y la necesidad de atender y dar respuestas a las necesidades sociales pendientes en materia de protección social y en el desarrollo del Estado de Bienestar, que afectan a la mayorÃa de la sociedad española.
Por ello, UGT llama a todos los trabajadores españoles y a los ciudadanos en general a participar activamente en el proceso electoral, a acudir a las urnas y a asumir asà de forma responsable y activa la implicación de todos en la resolución de los problemas y en la atención de las demandas colectivas. Si queremos mejores decisiones e iniciativas polÃticas de las instituciones comunitarias, debemos empezar por perfilar con nuestro voto el rumbo futuro de una Europa de progreso.
Un voto que debe apoyar a aquellos partidos que defienden la construcción de una Europa social, con mayor peso polÃtico propio, y que abogan por un modelo europeo sustentado en el desarrollo de polÃticas progresistas concretas en favor de la cohesión económica y social. Un voto a favor de una Europa al servicio de los trabajadores, de los ciudadanos en general, y de los pueblos de España y de Europa.