Una fabrica de lanas del siglo XIX rehabilitada en un nuevo espacio de ocio
Un edificio de 1880 rehabilitado en una completa área de esparcimiento, combina amplios salones para celebraciones, convenciones, desfiles de moda con espacios abiertos a la naturaleza, en el mismo barranco de Bocairent junto al rÃo Clariano del cual aprovecha sus claras y frescas aguas para adornar las acequias, assut i salto de agua que en otra época se utilizaba para mover las maquinas de la antigua fabrica.
La inauguración de el área de ocio Cultural Molà del Pas está prevista para este fin de semana; el viernes 23 de julio están invitadas las autoridades, empresarios y medios de comunicación de Ontinyent i la Vall d´Albaida y el sábado 24 será presentado a todo el público en general con un Gazpacho Montañés realizado por el conocido Ramón Ferri de Navalón.
Según el gerente de El Molà del Pas José Antonio Micó, Esta es una apuesta muy importante que se ha realizado para ampliar la oferta turÃstica y comercial de la comarca al tiempo que se a recuperado un edificio emblemático del siglo XIX único en la zona.
Micó ha incidido en el esfuerzo que se ha tenido que realizar para rehabilitar el edificio y no dañar el entorno natural consiguiendo una combinación perfecta entre ocio y ecosistema.
Historia
Construido en el siglo XIX, fiel reflejo del desarrollo industrial, agrÃcola y ganadero en Ontinyent. Este edificio desempeñó la actividad textil por medio del aprovechamiento de las diversas fibras y materias primas de la época, sobretodo la lana, utilizando como motor de la producción varias turbinas que aprovechaban el recurso hidráulico del rio, que circula por el barranco de Bocairent y acaba en el paraje natural del pou clar, situado apenas a un kilometro del Molà del Pas.
Posteriormente y con el paso de los años este edificio tuvo que adaptarse a los cambios industriales que se generaron durante el siglo XX, por ello, toda la maquinaria dispuesta sufrió una evolución, fue retirada y reemplazada por maquinaria eléctrica, mas moderna y de mayor productividad, accionada por medio de un alternador que utilizaba los recursos del rio, adaptando la estructura del edificio a los nuevos cambios.
A finales del siglo XX, este edificio-maquina finalizó su producción y utilización, para pasar a un proceso de deterioro y abandono.