Médicos, enfermeros y psicólogos del Departamento de Salut Xàtiva-Ontinyent han participado en el taller práctico
Comunicar malas noticias es, probablemente, una de las tareas más difíciles que deben enfrentar los profesionales de la salud. En algún momento todos los profesionales pueden verse enfrentados con el hecho de tener que comunicar malas noticias y esto puede ser un motivo de gran ansiedad. Los receptores de estás difícilmente olvidan dónde, cuándo y cómo les fue comunicada una mala noticia. Por ello, desde el comité de Bioética del Departamento de Salud Xàtiva – Ontinyent se han impulsado la realización de un Taller Práctico de Comunicación de Malas noticias dirigido a profesionales sanitarios para “disminuir el impacto emocional en el paciente o los familiares en el momento de ser informado, permitiéndoles así ir asimilando la nueva realidad poco a poco y afianzando la relación sanitario-paciente”, han explicado las organizadoras de la jornada.
La jornada ha comenzado con la exposición de una caso práctico, de mano de Dña. Dolores Perales, enfermera del Hospital Lluís Alcanyís.
A los profesionales sanitarios no se les forma en el área de comunicación y ser poco hábiles a la hora de comunicar una noticia negativa puede generar un sufrimiento añadido innecesario en la persona la recibe y un deterioro en la relación sanitario-paciente posterior. Por ello tras una breve introducción sobre las actitudes de los profesionales sanitarios impartida, por Mª Isabel Castelló López, matrona-Psicoterapéuta se ha dado paso a la técnica del Rol-Playing, donde se ha escenificado una situación cotidiana donde se le tiene que informar a un paciente sobre un mal diagnóstico y cada perfil profesional ha asumido un papel diferente al habitual; los facultativos han adquirido el rol de los padres de la paciente, la enfermera ha sido la propia paciente y el rol del médico ha sido desempeñado por la psicóloga, etc. “Lo importante del roll-player es que los asistentes valoren las actitudes en su conjunto y detecten los errores que frecuentemente se producen” ha comentado Castelló.
Hay que recordar que tras la recepción de una mala noticia las reacciones más frecuentes son ansiedad, miedo, tristeza, agresividad, negación y ambivalencia. “Todas las respuestas pueden mezclarse en el tiempo y hemos de respetarlas y estar atentos para poder ayudar adecuadamente. Una negativa persistente puede significar que la persona no está preparada para el diagnóstico. Las ambivalencias, escapadas de la realidad, también hay que respetarlas porque necesitan salir de su realidad tan dolorosa”.
Por su parte Adela Escriche. Psicóloga. Unidad Psicooncología. Junta Asociada Provincial de Valencia. AEEC ha explicado que aunque la noticia sea negativa la información “disminuye la incertidumbre, el malestar asociado y la sensación de soledad del paciente a su vez que facilita la aceptación y la toma de decisiones (tanto diagnósticas como terapéuticas) incrementando asimismo la confianza con la relación del sanitario”.
Escriche ha comentado que “a la hora de dar una mala noticia hay que fomentar la escucha activa, tener en cuenta que el momento y el espacio físico sean los adecuados y que es aconsejable que el paciente esté acompañado y si está solo esperar a que lleguen familiares y evitar últimas horas del día y la falta de tiempo”.
Nela García Reboll, Gerente del Departamento de Salud Xàtiva-Ontinyent ha comentado que “nuestra excelencia no sólo se demuestra en la calidad asistencial sino también en el trato humano con nuestros pacientes y en cultivar la empatía en los momentos de salud delicados”.