El centro social de los jubilados tuvo que cerrar sus puertas por una avería en el sistema de aire acondicionado del edificio
El pasado domingo, el centro social de los jubilados de la calle Abú Masaifa de Xàtiva tuvo que cerrar sus puertas por una avería en el sistema de aire acondicionado del edificio. A pesar de su buen aspecto exterior, el centro arrastra una serie de deficiencias desde su construcción. Tales como filtraciones de agua, goteras o una defectuosa instalación de aire acondicionado que provocó que la cena con baile del sábado por la noche fuera más cálida de lo habitual. Entre otras cosas porque 150 jubilados tuvieron que soportar las altas temperaturas a las que se llegó en esta instalación municipal.
De nada sirvió la rápida actuación de la concejala de Bienestar Social, Xelo Angulo, quien tuvo que agenciarse de urgencia una serie de aparatos portátiles para refrigerar la sala. La instalación eléctrica tampoco aguantó el exceso de demanda de vatios originada por los aparatos portátiles y los plomos saltaron a la primera de cambio. Angulo tuvo que dar la cara para pedir disculpas a los usuarios. Vista la situación, la concejal tomó la decisión de cerrar el centro el domingo por la mañana, ya que las temperaturas en el interior del recinto subían por encima de los 34 grados, con el consecuente riesgo para la salud de los usuarios.
Angulo se mostró disconforme con la situación, ya que, según cree la concejala “el equipo de gobierno anterior debería haber solucionado el problema del aire acondicionado de este espacio ya que se conocía desde hace mucho tiempo y la dejadez en atender y resolver la avería ha dejado sin animación y servicio de bar a un colectivo muy importante de nuestra ciudad”. Para evitar nuevas incomodidades como esta, el Ayuntamiento ha preparado un dispositivo técnico para atender las emergencias que se puedan producir en las dependencias gestionadas por Bienestar Social.
Asimismo, la concejala ha pedido un informe para valorar económicamente la reparación de la avería. Angulo no descarta pedir responsabilidades, mientras ha hecho un llamamiento a la calma, ya que el ayuntamiento trabaja con todos los recursos disponibles para resolver el problema lo antes posible.