Ciges se ha convertido en la primera mujer participante en la Romería de San Miguel, un peregrinaje que cada año recorre a pie el perímetro de la isla azoriana
CRISTIAN RODRÍGUEZ (PONTA DELGADA)
De carácter religioso, la Romería de la Isla de San Miguel viene celebrándose desde el siglo XVI. Se inició a causa del terremoto y las erupciones volcánicas que arrasaron la localidad de Vila Franca do Campo el 22 de octubre de 1522 y que perjudicaron gravemente al pueblo de Ribeira Grande el 25 de junio de 1563. Desde entonces, en tiempo de Cuaresma, numerosos fieles comenzaron a realizarla para calmar con sus oraciones los habituales fenómenos geológicos, naturales y atmosféricos que asolan habitualmente las volcánicas islas del archipiélago.
Iniciada como un rito pagano y reconocida más tarde por la iglesia, en esta romería sólo pueden participar hombres que rezan por los pecados propios y ajenos y que le agradecen al Señor por los bienes recibidos. Este año, nuestra vecina Montserrat Ciges ha conseguido integrarse en el círculo de este movimiento apostólico de fieles cristianos para desarrollar el proyecto “Sonidos de una Tradición. Romeiros” (integrado en el marco de la iniciativa de la Universidad de las Azores “Azores Paisaje Sonoro”), pudiendo así vivir desde dentro una tradición salvaguardada sólo por los hombres del lugar.
Su objetivo ha sido el de recoger archivos sonoros que registrasen el patrimonio cultural inmaterial sonoro del evento, a partir de las directrices de la Convención para la Conservación del Patrimonio Cultural Inmaterial (UNESCO, 2003). La ruta comenzó el pasado día 19 de marzo y se completó el 26. Durante ese tiempo, los 106 romeiros del rancho de Nuestra Señora de la Concepción de Ribeira Grande completaron más de 350 km durante ocho etapas a razón de unas quince horas diarias de ruta, siendo recibidos y animados por la población de todas las localidades que atravesaban.
“Ha sido una prueba física y psicológica muy fuerte, pero me he sentido como una hermana más entre los 106 romeiros. Lo que empezó como un proyecto de trabajo se ha convertido para mí en una experiencia inolvidable. He tenido la suerte de presenciar la devoción y entrega de estas personas que rezan día y noche por un bien común: el del bienestar mundial”, afirmó nuestra vecina.
¡¡¡Esa Montse!!!, extraordinaria, ¡¡¡felicidades!!! desde Alicante, España. Pronto nos veremos.