Se han esclarecido 49 robos cometidos en viviendas de la Comunitat Valenciana, Albacete y Teruel y se han recuperado numerosos efectos procedentes de los robos
Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han detenido en Valencia a 18 personas de origen rumano excepto una española, cuatro mujeres de entre 21 y 51 años y 14 hombres, de entre 23 y 49 años; y han desarticulado una organización dedicada presuntamente al robo con fuerza en domicilios. Se han intervenido numerosos efectos, imputándoles un total de 49 hechos de esta índole, cometidos en viviendas de poblaciones situadas en la Comunitat Valenciana y en las provincias de Albacete y Teruel. A dos de los arrestados además se les imputa un delito de homicidio en grado de tentativa.
Las investigaciones se iniciaron al tener conocimiento agentes de la Policía Nacional de la existencia de una organización formada por personas de origen rumano asentadas en el barrio valenciano de Malilla, que se estarían dedicando a la comisión de robos con fuerza en viviendas utilizadas como segundas residencias situadas en diferentes municipios de la Comunitat Valenciana, Albacete y Teruel.
Paralelamente, la Guardia Civil se encontraba realizando una investigación sobre diferentes robos ocurridos en la zona de Requena, y en el desarrollo de la misma el día seis de noviembre, agentes de la Guardia Civil dieron el alto a un vehículo ocupado por los dos principales cabecillas de esta organización cuando circulaban por la A-3 dirección a Valencia, a la altura de Caudete de las Fuentes. Los sospechosos se dieron a la fuga a gran velocidad haciendo caso omiso a las órdenes de los agentes e intentaron embestir al vehículo oficial con la intención de sacarlo de la vía. Durante la persecución, uno de los ocupantes abrió las puertas traseras y comenzó a arrojar numerosos efectos, entre ellos un televisor, que fueron arroyados por el vehículo policial y por otros coches, con el consiguiente peligro para los agentes así como el resto de conductores.
A raíz de estos acontecimientos, se pusieron en funcionamiento los mecanismos de coordinación existentes, continuándose las investigaciones de forma conjunta y en estrecha colaboración entre los dos cuerpos policiales.
Los investigadores averiguaron que los sospechosos tenían una gran actividad delictiva, cometiendo robos prácticamente a diario y en distintos puntos de varias provincias, así como se que almacenaban los efectos sustraídos en varias viviendas de la ciudad de Valencia, a la vez que vendían algunos de ellos en los mercadillos de pueblos de la provincia.
Como resultado de las investigaciones, se determinó el número de integrantes del grupo así como las funciones que realizaba cada uno de ellos, sus domicilios y lugar donde almacenaban los objetos robados, por lo que estableció el martes un dispositivo conjunto por la Policía Nacional y la Guardia Civil, que culminó en un primer momento con la detención de doce personas.
Se realizaron entradas y registros de forma simultanea en domicilios y almacenes, recuperando gran cantidad de efectos procedentes de robos, como televisores, videoconsolas, móviles, relojes y prendas de vestir, así como herramientas y útiles utilizados por los arrestados para cometer los robos.
Posteriormente se arrestó a otras cinco personas, culminando la operación con la detención a las pocas horas del cabecilla del grupo, un ciudadano rumano de 30 años, que se encontraba escondido desde el momento que tuvo conocimiento del operativo policial.
Hasta el momento se les imputa 49 robos con fuerza en domicilios, si bien se continúan con las gestiones para averiguar la procedencia de los efectos intervenidos y devolvérselos a sus legítimos propietarios. Además se les imputan otra serie de delitos relacionados con los robos con fuerza, como la receptación y la asociación ilícita, además de la tentativa de homicidio y delito contra la seguridad vial a los dos cabecillas de la trama por los hechos ocurridos en la A-3 con la patrulla de la Guardia Civil.
De los detenidos, todos con antecedentes policiales a excepción de tres, dos quedaron en libertad después de ser oídos en declaración, y el resto pasaron a disposición judicial.