El encargado del almacén durante aproximadamente un año y medio había estado sustrayendo efectos del mismo valorados en unos 70.000 euros
Agentes de la Policía Nacional han detenido en Valencia a tres hombres de 43, 57 y 70 años, de origen español, uno de ellos como presunto autor de un delito continuado de hurto, tras apoderarse de diverso material del almacén en el que trabajaba como encargado y otros dos como presuntos autores de un delito de receptación, tras comprar y vender los efectos sustraídos por el primero. El valor de lo sustraído ascendía a unos 70.000 euros.
Las investigaciones se iniciaron a finales de octubre, cuando los agentes durante una inspección en una chatarrería de Valencia, localizaron 19 escaleras de aluminio aparentemente nuevas con su correspondiente embalaje, y tras diversas gestiones averiguaron que el propietario no tenía su correspondiente albarán de compra, por lo que fueron intervenidas.
Continuando con las investigaciones, los policías averiguaron que las escaleras las había vendido el encargado de un almacén de una localidad de Valencia, así como que había sustraído diverso material del mismo, que posteriormente vendía en una chatarrería y que posteriormente era vendido al responsable de un puesto ambulante con licencia.
Los policías establecieron un dispositivo de vigilancia en las inmediaciones del mercadillo en el que se situaba el vendedor, observando que vendía herramientas que tenían la inscripción de la empresa de donde eran sustraídas por el encargado del almacén, así como averiguaron que el vendedor ambulante tenía un bajo como almacén.
Los agentes realizaron un registro del mismo, donde intervinieron dos escaleras, 17 pistolas de silicona, tres juegos de llaves fijas, nueve martillos, 16 llaves grifa, un hacha y dos cajas de herramientas, así como comprobaron que todo lo intervenido era propiedad de la empresa.
Finalmente, los agentes detuvieron a los sospechosos, uno de ellos como presunto autor de un delito continuado de hurto y los otros dos como presuntos autores de un delito de receptación.
Los detenidos, dos de ellos con antecedentes policiales, tras ser oídos en declaración fueron puestos en libertad no sin antes ser advertidos de la obligación de comparecer ante la autoridad judicial cuando para ello fuesen requeridos.