La exposición itinerante del Museu Valencià d’Etnologia «Pobles abandonats, Pobles en la memoria», recorrerá en 2010 un total de 11 destinos. Tras abrir la itinerancia en Oropesa del Mar, donde la muestra está expuesta en el Centro de Interpretación Naturhiscope hasta el próximo 22 de mayo, la exposición también viajará a Fuenterrobles, Benavites, Aras de los Olmos, L’Eliana, Serra, Alginet, Aielo de Malferit, Ador, L’Olleria y Bocairent.
«Pobles abandonats, pobles en la memòria» es una muestra itinerante, formada por fotografÃas, documentos, objetos y testimonios, que analiza el éxodo rural y muestra los principales pueblos y núcleos de población deshabitados del territorio valenciano.
La propuesta expositiva intenta revivir esos lugares que estuvieron llenos de vida en algún momento y rescatar la memoria borrada por motivos como la despoblación, la construcción de embalses o los fenómenos naturales.
Comisariada por Agustà Hernández, la exposición invita a reflexionar sobre las causas que motivan la desaparición de un hábitat, pero también profundiza y recupera la historia cotidiana de sus habitantes, protagonistas indiscutibles de la historia de un pueblo.
El diseño de la exposición desarrolla el concepto de pueblo o aldea con un sistema de cubos modulares distribuidos en la sala de tal manera que se tenga la sensación de pasear por las calles estrechas y tortuosas de un pueblo abandonado.
Exposición global
La muestra «Pobles abandonats, pobles en la memòria» consta de 8 módulos en los que se explican los distintos motivos del abandono (emigración rural, construcción de embalses, catástrofes naturales y artificiales, expulsión de los moriscos y construcción de colonias agrÃcolas e industriales).
También hay una escenografÃa que recrea el ambiente de un pueblo que se está abandonando, y 2.200 fotografÃas. Completan la exposición tres vitrinas y aproximadamente unos 50 objetos de la vida cotidiana de las personas que vivÃan y trabajaban en estos lugares.
Algunos objetos han sido recuperados de núcleos de población que o bien ya no existen o están en ruinas. Por ejemplo, se puede ver parte de la pared de una vivienda situada en el desaparecido pueblo de Loriguilla viejo (comarca del Camp de Túria), una bibicleta procedente de Reduela (Ludiente, el Alto Mijares), o el diario escolar de una persona que emigró de una masÃa de Llucena (l’Alcalatén), entre otros.
FotografÃas de gran formato
La parte más extensa de la exposición «Pobles abandonats, Pobles en la memoria» es la fotográfica. Los ocho módulos están forrados con fotos tanto por dentro como por fuera.
Las fotografÃas más pequeñas son cuadradas, de 50 por 50 centÃmetros, pero también hay otras de incluso un metro y medio por un metro.
La información gráfica que se ofrece en estos módulos también consta de indicaciones como la evolución de la población en comarcas como Los Serranos o els Ports, o la ubicación de los lugares deshabitados. Además, por distintas ventanas -espacios no utilizados para colocar fotos- se puede visionar el interior de cada módulo. Allà se encuentran las fotos interiores y los objetos de la vida cotidiana de los núcleos de población deshabitados.
El resto de las fotografÃas, hasta llegar a las 2.200 que configuran la exposición se pueden ver en un interactivo en el que, por municipios y comarcas, se accede a información gráfica de cada uno de los núcleos deshabitados. Cabe recordar que en el conjunto de territorio valenciano hay más de 500 núcleos de población deshabitados.