Se acaba el año y empieza el siguiente y, si las carreras de disfraces son la prueba deportiva más tradicional para despedir al año viejo, en La Font de la Figuera dan la bienvenida al nuevo quitándose la ropa. Y es que, como cada año, vuelve a esta localidad de la comarca de La Costera la popular ‘Carrera de calçotets’, una cita en la que la costumbre manda desafiar al frÃo con las mÃnimas prendas posibles.
Y la costumbre llega ya a las 35 ediciones, desde aquella ocasión en que un grupo de jóvenes decidieron celebrar el año nuevo con una competición en ropa interior. Lo que empezó como una tonterÃa entre amigos evolucionó con los años, y ahora son cientos las personas que llegan desde distintos puntos de la provincia para celebrar la nochevieja de esta forma tan especial.
La cita comienza siempre poco después de las campanadas, tras los brindis. Con el tiempo los vecinos de todas las edades han decidido unirse a la fiesta, y la plaza principal se convierte cada año en el escenario donde cientos de personas toman las uvas, brindan, y corren para soportar las bajas temperaturas que caracterizan los inviernos de esta población.
El pasado año el Ayuntamiento optó por instalar una carpa en la que todos los asistentes, tanto participantes como espectadores, pudieran continuar con la celebración al finalizar la carrera. La iniciativa tuvo mucho éxito, y este año volverá a haber carpa para más de un millar de personas.
Y es que el boca a boca funciona, y año tras año la organización supera sus previsiones tanto el número de corredores como de público. Los balcones se atestan de curiosos, algunos llegan con antelación para ‘coger sitio’ en la calle, y hay quien desde su posición ni siquiera puede atisbar más que las puntas de los gorros de Papá Noel que lucen muchos participantes.
Quienes prueban la ‘Carrera de Calçotets’, siempre repiten. Tanto participantes como público asistente se divierten de tal forma que nadie queda indiferente. Son muchos los que han empezado como espectadores y, al año siguiente, han vuelto para practicar deporte con el resto de atletas.
En La Font, las casas rurales están más que reservadas desde hace semanas. Los jóvenes que viven fuera del municipio aprovechan las casas de los abuelos y tÃos para llegar con sus amigos, y unirse a la celebración de Año Nuevo más destapada y original.
AsÃ, el dÃa 31 bajarán a la calle cientos de vecinos y visitantes. Muchos, con su ropa de abrigo. Y otros, apenas con lo puesto. Al pasar las campanadas, 10 minutos más tarde, dará el pistoletazo de salida y con él la carrera en paños menores.
Con todo, y aunque es una prueba en la que tradicionalmente han participado hombres, no serÃa la primera ni la última vez que un grupo de chicas se apunta y corre también. Porque en La Font de la Figuera, los complejos se quedan en casa, junto a la ropa.