La Feria de Xàtiva en otros tiempos

Per  Josep Sanchis Martínez

En la década de los años 20 del siglo pasado, el programa de actos de la Feria de Xàtiva se confeccionaba con una serie de espectáculos que contrastan con los que se disfrutan actualmente. Junto con otros aspectos organizativos y anecdóticos, reseñamos algunos de éstos con el fin de informar a nuestros lectores de aquello que se les ofrecía a nuestros abuelos en las ferias de su época.

En 1924, ocupaba la alcaldía D. José Bataller, comenzando a organizarse los actos en el mes anterior, a escasos días vista de su comienzo, así el 11 de Julio se reunieron por primera vez las personas que compondrían la Comisión de Feria de ese año entre los que se encontraban el Teniente de Alcalde y Presidente de dicha comisión Eliseo Ramón, los concejales Carlos Piqueres, Enrique García y Leoncio Cortés, los señores Vicente Sanz y Vicente Company, los representantes de la prensa local Enrique Diego y Luis Ballester, el médico Ernesto Sanz, el pintor José Guiteras y los directores de las bandas de música de La Vella, La Nova y la del Regimiento Otumba.

A los pocos días se publicaba un Bando Municipal dando cuenta de que el domingo día 20 a las once de la mañana en el Ayuntamiento se realizarían las diversas subastas para la construcción y posterior demolición de los puestos de feria por un tipo de mil cuatrocientas pesetas a la baja, también la subasta de los derechos de cobro por ganado y carros por el tipo de mil pesetas al alza, así como la de construcción de pesebres y corrales por seiscientas pesetas al alza, a fin que concurrieran los interesados en realizar dichos trabajos.

En aquellos años acudían a nuestra Feria barracones y atracciones que hacían la delicia de los niños y los jóvenes del momento, como los típicos pim-pam-pum, los tio-vivos, las vistosas ruedas de caballitos o los columpios; en puestos de venta se instalaban las clásicas paradas de turrones, las de refrescos, los improvisados merenderos y un sinfín de casetas con innumerables artículos.

Aquel 1924, en el primer día de la Feria, a las seis de la tarde se celebró un partido de fútbol entre los equipos del Reservas del Barcelona C.F. y el C.D. Xàtiva, antecesor del actual C.D. Olímpic, repitiéndose a la misma hora del día siguiente otro partido entre los mismos contendientes, el primero lo ganaron los catalanes por 2-0 y el segundo quedó 2-2 indicando las crónicas que hubiesen podido ganar los setabenses “de haberse castigado las jugadas sucias de los catalanes; la oscuridad y el mucho polvo que había en el campo impidieron al árbitro ver sus marrullerías”. Una Misa de Campaña en plena Feria era normal que figurase en los programas de la época, celebrándose el tercer día de Feria a las once de la mañana en el altar erigido frente al Banco Hispano-Americano en el Real con asistencia del Coronel del Regimiento Otumba D. Gregorio Lleó Silvestre, demás jefes militares de la plaza, Ayuntamiento y numeroso público que en silencio sepulcral, según las crónicas, siguió todo el acto religioso.

Otro evento que rellenaba el programa festivo eran las Cívico-Militares que ese año se celebraron a las diez y media de la noche del primer día de fiesta desfilando diversas alegorías en forma de farolas, entre las más notables la decorada por el pintor Francisco Climent para el Circulo Mercantil, otra la Fuente Gótica de la plaza del Cid -actualmente Trinitat- así como otra, reproducción a escala del castillo de Xàtiva.as Retret

En las dos corridas de toros programadas lidiaron los diestros del momento: el día 15 Pablo Lalanda, Mariano Montes y Fausto Barajas y el 17 fueron Lorenzo de La Torre, Manuel Báez “Litri”, Félix Rodríguez. El cuarto día de feria , por la tarde, tuvo lugar la tradicional Fiesta Escolar en la Plaza de Toros con los alumnos de las Escuelas Nacionales y sus maestros desarrollándose un acto culto y simpático con entrada gratuita, se repartieron libros y dulces y se elevaron globos aerostáticos además de realizarse ejercicios de gimnasia sueca dirigidos por D. Francisco Carrascosa y cantos escolares bajo la batuta de D. Julián J. Piera; en la noche se celebró una Dansà Valenciana donde, según los periódicos de la época, no se lucieron los bailadores locales siendo los aplausos para los de la vecina Llosa de Ranes que rayaron a gran altura. El día 20, último de Feria, desde las 8 de la mañana iban llegando en tren las bandas participantes en el Concurso Musical; por la tarde, previo desfile iniciado a las cuatro en dirección al coso taurino, se celebró dicho Concurso en un horario hoy sería inimaginable dado el calor reinante; participaron las bandas Primitiva de Enguera, Primitiva de Xàtiva, Primitiva de Carcaixent, Municipal de Antella, Victoria de Alcúdia de Carlet, La Nueva de Xàtiva y por último la Música del Regimiento Otumba.

Por la noche hubo desfile de carrozas por el Real dispuestas sobre vehículos a motor en unos casos o tirado por caballerías en otros; así se vieron ocupadas por bellas señoritas de la localidad, un abanico gigantesco, un estuche llevado por un cisne, un jarrón delicado y la última representaba una tupida red aprisionando una monumental pelota, participando también en aquel desfile un automóvil adornado, siendo este año el Coso Rosa que cerraba la Feria de 1924 deslucido por la poca participación de carrozas. Por otra parte, la empresa del Cine-Teatro Salón Setabense, ubicado en la Plaza de la Balsa y gestionada por Juan Ibáñez, para los días de feria contrató ocho artistas femeninas: Mari de Lis, Dorita Cortés, Julita Flores, Adelina Durán, “Diabolina”, Conchita Franco, Mari Navarro y María Olympia, que según las crónicas de la época “quitan el sentido por lo guapas, elegantes y bien hechas” lo que provocó que los tres pases diarios que realizaban se llenase el local hasta los topes.

También se instaló, como en años anteriores, el Circo Cortés, con sus titiriteros y payasos destacando su artista “El Tonto Barrera” gustando en general toda la compañía circense.

Textos: Josep Sanchis Martínez, publicados en prensa local en años anteriores, fotografías: Adolfo García, Marbau y Vicente Soriano