El juego con disfraces aporta numerosos beneficios al desarrollo y aprendizaje del niño
Fundación Crecer Jugando
Con la llegada de la celebración del Carnaval, los disfraces adquieren especial importancia para los más pequeños. Por un día pueden convertirse en los héroes que siempre han soñado, en sus personajes favoritos, ser aquellos en quien quieren convertirse de mayores… Gracias a los disfraces, los niños pueden intercambiar papeles y ya no sólo adquirir la apariencia que desean, sino también aprender a interpretar diferentes roles. El juego con disfraces aporta, por tanto, numerosos beneficios para el desarrollo y aprendizaje del niño, por ello la Fundación Crecer Jugando recomienda este tipo de juego a lo largo de todo el año.
Aprender a ser
Princesa, bombero, médico, superhéroe, policía…. Con los disfraces los niños pueden convertirse en aquello que desean y aprender, sin darse cuenta y de forma divertida, conocimientos, normas y comportamientos imprescindibles que a lo largo de los años les irán formando para su vida adulta. Imitando los comportamientos que ven reflejados en su personaje, a través del juego simbólico, los más pequeños interactúan con otros niños creando situaciones imaginarias en las que adquieren diversas responsabilidades y roles, desarrollando su pensamiento abstracto, la socialización y la atención.
Como apuntan diferentes expertos, es a partir de los 3 años cuando los pequeños desarrollan su sociabilidad y revelan sus sentimientos durante el juego, y a partir de los 6 cuando son capaces de imaginar y crear nuevos mundos. Por ello, en estas edades el disfraz puede convertirse en uno de los mejores compañeros de juego y en un buen aliado para crear nuevas aventuras. Jugar con disfraces a lo largo de todo el año no es sólo divertido, sino también pedagógico.
Fabricantes de disfraces, fabricantes de sueños
Existen numerosas jugueteras en nuestro país especializadas en la elaboración de disfraces. Para ellas, Carnaval es una de las fechas claves a lo largo del año, por ello trabajan de forma constante para poder sorprender con novedades que se adapten a los gustos de los niños cada año. Como apunta José Galvañ, de Nines D´Onil, “Nuestro catálogo ofrece alrededor de un 25% de novedades cada año. Para ello, no sólo seguimos los patrones de moda, sino que también intentamos dar solución a las peticiones por parte de nuestros clientes. Por ejemplo, cuando nos piden disfraces relacionadas con el mar, no sólo ofrecemos disfraces de piratas o sirenas, apostamos por confeccionar animales marinos de todo tipo. Ello nos permite crear amplias líneas relacionadas con diferentes temáticas. Modelos originales y diferenciados que tienen una buen acogida”.
La demanda de disfraces viene marcada cada año, en parte por los principales estrenos de cine, ya que los niños desean convertirse en sus personajes favoritos. Como destaca Mónica Dinares de Rubie´s “Los lanzamientos de películas a lo largo del año son fundamentales para el lanzamiento de nuevos modelos. Para productos no licenciados, buscamos nuevos diseños actuales fijándonos en las nuevas modas” Ambos fabricantes coinciden también en que disfraces clásicos como piratas, superhéroes o princesas alcanzan también una gran demanda cada año.
Además de Carnaval, hay otros momento a lo largo del año en que los disfraces adquieren mayor importancia, como fiestas locales, escolares, Halloween, Navidad y como apuntan desde Nines D´Onil “La tendencia está cambiando y cada vez somos más conscientes de la importancia del disfraz como un juguete que debe estar presente a lo largo de todo el año por sus beneficios. Es recomendable tener uno o dos disfraces en el cofre de los juguetes de casa, porque nunca sabemos cuándo querremos ser policías, princesas o superhéroes”.
Disfraces seguros, juego seguro
Como cualquier juguete, los disfraces dirigidos a niños de entre 1 y 14 años, deben cumplir con unos requisitos de seguridad necesarios para garantizar que el juego no entrañe ningún riesgo para el niño.
Las recomendaciones a tener en cuenta para elegir el disfraz son:
– Es muy importante que el disfraz lleve el marcado CE, con el que el fabricante declara la conformidad con la legislación aplicable, como la no inflamabilidad de los tejidos o la composición química de los cosméticos.
– Se debe comprobar que no hay cordones que puedan hacer lazo cerca del cuello o cabeza, y que las máscaras que cubran completamente la cabeza tengan un área de ventilación suficientemente grande para evitar cualquier riesgo de asfixia.
– El etiquetado de los cosméticos debe incluir la descripción de los componentes, fecha de caducidad y datos de contacto del responsable del producto.
– Aquellos disfraces que simulan equipos de protección (cascos, gafas…) deben advertir de que el producto no ofrece protección real.
A pesar de que los disfraces para adultos, es decir, para mayores de 14 años, no tienen la consideración de juguetes, en España deben cumplir con las especificaciones en materia de requisitos físicos, mecánicos, de inflamabilidad y de elementos químicos descritos por las normas de seguridad del juguete, EN 71-1, EN 71-2 y EN 71-3.
Para más información, pueden consultar la web www.niñoseguro.es