El nuevo Simarro abre sus puertas

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Más de un millar de personas de todas las edades acudieron ayer a las instalaciones del instituto Nuevo Simarro de Xàtiva, para asistir a la esperada jornada de puertas abiertas.

Alumnos, ex alumnos, padres, abuelos, profesores, hermanos y futuros estudiantes tuvieron la oportunidad ayer de recorrer juntos todos los rincones de este edificio, que en breve se inaugurará como uno de los centros más grandes de la Comunitat.

Y es que el trasatlántico, como ya lo llaman algunos, dará plaza a nada menos que 1.400 alumnos de distintas edades y niveles formativos. El Simarro cuenta con aulas de sobra para Secundaria, Bachillerato y hasta 12 Módulos Formativos, una ambiciosa apuesta por parte de la Conselleria de Educación, que ha trabajado por realizar un centro con vistas al futuro.

Así, todavía tardarán unos años en verse ocupadas la totalidad de las clases, tiempo durante el cual se irá adaptando la nueva familia de estudiantes y docentes. Hay que recordar que, profesores y alumnos del antiguo Simarro, llegan de un centro mucho más pequeño y «muy familiar», como recuerdan con cariño algunos de sus profesores, y la mudanza hasta el nuevo e inmenso edificio supone un cambio importante para muchos.

Los que mejor lo llevan, son los chicos y chicas de Xàtiva. Muchos de ellos han escuchado durante años a sus hermanos, primos, e incluso padres, hablar de las carencias del antiguo edificio, y de cómo soñaban con uno nuevo. Ellos tienen ahora la oportunidad de disfrutar de nuevas y mejores instalaciones, más modernas y adaptadas a los actuales sistemas de educación, todo lo que soñaban los alumnos que pasaron hace años por este instituto de la capital de La Costera.

Ayer las sonrisas y caras de curiosidad reinaban entre las caras de los alumnos, orgullosos de mostrar a los visitantes las instalaciones en las que estarán durante sus años de formación, y en las que apenas acaban de empezar. De hecho, todavía está llegando a los almacenes parte de la dotación tecnológica que falta para llenar aulas.

Sin duda más de uno acabará estos días perdido por los pasillos del centro, buscando la clase para la próxima asignatura. Y no serán sólo los alumnos. Los profesores también reconocen sentirse abrumados ante tanta novedad. El tamaño de las instalaciones contrasta en extremo con el reducido espacio con que contaba el antiguo edificio y, por si fuera poco, con la ampliación de espacio llega también la de plantilla y alumnado.

Y es que los estudiantes del antiguo Simarro no van a estar solos. En las próximas semanas tendrán nuevos compañeros, llegados de los módulos formativos del instituto La Costera de Xàtiva, así como de los institutos de otros municipios vecinos. Grupos de estudiantes de Bachillerato y módulos, que tendrán que desplazarse junto a sus profesores y abandonar los pasillos y compañeros con quienes han estado durante mucho tiempo.

Con todo, con esta medida se descongestionarán las aulas en poblaciones próximas, y se dará un nuevo ambiente mucho más animado al recién abierto recinto setabense.

La ampliación de personal en los pasillos aumentará inevitablemente la que hasta ahora ha sido la pequeña familia del Simarro. Ellos, aportan medio millar de alumnos y, el resto de municipios y los alumnos de Módulo del centro de la Costera, otros 300.

Un aumento importante en las cifras que se han manejado durante todos estos años, con muchas caras nuevas, mucho material nuevo, y nuevos compañeros de trabajo o de patio. Y aun así, el centro seguirá estando apenas a la mitad de su capacidad, que alcanza las 1.400 plazas de estudiantes y el centenar de docentes. La ciudad todavía puede crecer mucho antes de copar las previsiones.

El recién realizado cambio supone un reto que todos afrontan con ilusión y muchas ganas. Y eso que no va a ser fácil adaptarse a mitad de curso a las nuevas instalaciones, ampliar tan drásticamente las cifras y espacios, y mucho menos va a serlo el tener que desplazarse y abandonar a antiguos compañeros, como ocurrirá con los jóvenes y profesores llegados de otras localidades.

Por suerte, todos se han preparado a conciencia para el periodo de transición. Para recibir a la nueva familia con los brazos abiertos, y dar comienzo a una nueva etapa educativa en Xàtiva.

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