El Museu de la Festa de Algemesí expone “Abans dels ventalls”, una colección única de abanicos de artistas valencianos

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Algemesí (01-09-09). El Museu Valencià de la Festa inaugura el próximo viernes 4 de septiembre a las 20 horas una exposición en el marco de las fiestas de la Mare de Déu de la Salut, en la que se presentarán por primera vez 100 diseños originales de abanicos pintados por artistas valencianos entre 1900 y 1940. Las piezas son propiedad particular del algemesinense Enrique Bisbal Hervás, que presenta una colección única en España que recopila estos diseños originales de gran valor histórico y artístico. La visita a la exposición se presenta como una oportunidad única para los amantes del arte en general ya que se exhibirán temporalmente piezas originales de esta floreciente industria artesanal valenciana.
La decoración de países por artistas valencianos alcanzó gran prestigio a finales del XIX. Era una profesión separada del artesano y del fabricante. Se cree que muchos de los principales pintores españoles y valencianos del siglo XIX y principios del XX como Cecilio Pla, Benlliure, Sorolla o Segrelles pintaron abanicos por encargo, aunque las piezas no aparecen firmadas a causa de los que creadores consideraban estos trabajos un demérito.

El abanico tal y como lo conocemos hoy, el plegable, fue inventado en China en el siglo VII inspirándose en el mecanismo del ala de un murciélago. En Europa se conoce desde finales del siglo XV a donde fue traído desde China y Japón por los portugueses. Inmediatamente se popularizó extendiéndose por toda Europa, en un primer momento para damas de clase alta y luego para todas las capas de la sociedad.
En el siglo XVII llegó a tener la forma que tiene ahora. Durante los últimos siglos los caprichos de la moda y la inventiva de los miniaturistas han ido introduciendo calados, relieves, incrustaciones y materiales preciosos. El costumbrismo es un motivo habitual en el diseño del ‘país’ en donde, sin embargo, tienen cabida todo tipo de imágenes.
A finales del siglo XVIII ya se fabricaban abanicos en toda España, aunque el mayor centro de producción estaba radicado en Valencia. También en este siglo se consolida un gremio de abaniqueros de ámbito nacional. La culminación de todos estos esfuerzos en favor de la industria abaniquera se produjo en el año 1802 con la inauguración de la Real Fábrica de Abanicos situada en Valencia.

Valencia, y en particular Aldaia, cuentan con numerosas industrias artísticas y tenía una tradición artesanal muy consolidada. El abanico y la cerámica fueron dos campos de las artes decorativas en los que los valencianos dieron pruebas de gran fecundidad a principios del siglo XX.