El Hospital de La Ribera reúne a 70 médicos de Oftalmología de la Comunidad

Han debatido sobre el abordaje de patologías como el glaucoma, degeneración macular, retinopatía diabética o estrabismo en la infancia

El Hospital Universitario de La Ribera reunió el sábado a cerca de 70 médicos residentes de Oftalmología de toda la Comunidad Valenciana para debatir sobre los últimos avances en este campo, en la Jornada de Residentes de Oftalmología “El Resi pregunta” que ha organizado conjuntamente con la Sociedad Oftalmológica de la Comunidad Valenciana (SOCV).

Este acto, que ha sido inaugurado por el Dr. Konrad Schargel, Presidente de la SOCV, y el Dr. Manuel Marín, gerente del Hospital de La Ribera, ha contado con destacados especialistas de hospitales públicos de las 3 provincias, como el Dr. Miguel Harto, Jefe Clínico de Oftalmología del Hospital La Fe; el Dr. Martínez-Toldos, del Hospital General de Elche; el Dr. Nicolás García, Adjunto del Hospital General de Castellón, o el Dr. Juan Miguel Tomás, Jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital de La Ribera.

En este sentido, los especialistas han analizado las nuevas técnicas oftalmológicas mínimamente invasivas, así como los adelantos en el abordaje de patologías como el glaucoma, degeneración macular, retinopatía diabética o estrabismo en la infancia, problemas visuales que cada vez tienen una mayor prevalencia entre la población.

Unos de los temas tratados ha sido los avances en el tratamiento de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE), un problema de visión que, según los especialistas, es la primera causa de ceguera entre las personas mayores de 65 años. Esta patología afecta aproximadamente al 10% de la población de la tercera edad y deteriora su visión central, impidiéndoles realizar actividades cotidianas, como leer, conducir o coser, así como identificar personas y objetos.

Así, la Dra. Teresa Diago, del Servicio de Oftalmología del centro sanitario de La Ribera y miembro de la Junta Directiva de la SOCV, ha explicado que “en el Hospital de Alzira, que contamos con una Unidad de Mácula específica, tratamos la degeneración macular asociada a la edad con inyecciones intraoculares de Anti-VEGF (Vascular Endothelial Growth Factor), una medicación que se inyectan en el globo ocular frenando la progresión de la degeneración macular hacia la pérdida de visión.”

Igualmente, otra de las mesas ha analizado la importancia de la detección precoz para frenar la retinopatía diabética, una patología oftalmológica que constituye una de las principales causas de ceguera de pacientes diabéticos en edad laboral.

Según los expertos, un 20% de los diabéticos desarrollan deficiencias visuales que pueden llegar a derivar en ceguera, ya que su patología de base provoca una degeneración de la retina que está presente en el paciente antes de que éste pueda percatarse, de ahí que los especialistas hayan abogado por la importancia de que los diabéticos participen en los planes de cribado.

Estrabismo y ojo vago

Otro de los campos que se ha abordado a los largo de la Jornada ha sido la Oftalmología Pediátrica, en la que los expertos han coincidido en señalar que el 5% de los niños padecen ambliopía u «ojo vago» -uno de los ojos transmite una imagen borrosa que el cerebro tiende a anularla para evitar una posible visión doble-. Se trata de la causa más frecuente de pérdida de agudeza visual en niños y jóvenes, que puede llegar a afectarles tanto en el desarrollo intelectual como en el rendimiento escolar.

En este sentido, los expertos han destacado la importancia de que los padres estén atentos a determinados comportamientos del niño, como que se acerque demasiado la hoja a los ojos para escribir o dibujar, que cierre los ojos continuamente o que entorne los párpados con frecuencia.

Además, entre la población infantil el estrabismo -producido cuando cada uno de los ojos apunta a una dirección distinta- es posiblemente la patología más habitual, que afecta a un 4% de los niños. Además, han remarcado la importancia de la intervención temprana en este tipo de casos ya que a partir de los 7 años de edad, las posibilidades de corrección son más lentas y menos efectivas.