El servicio de Urgencias aconseja hacer un uso responsable de las “tracas y petardos”
Xàtiva (13-3-09).- Los sanitarios del Departamento Xàtiva-Ontinyent han incidido en la importancia de que la población sepa evitar los incidentes pirotécnicos en Fallas y actuar en caso de que estos sucedan durante las fiestas. Por ello desde el servicio de Urgencias del Hospital Lluís Alcanyís de Xàtiva se han realizado una serie de recomendaciones básicas a los usuarios para que, en caso de incidente, actúen de manera rápida y eficaz.
Por ello, El dr. Javier Millán, coordinador del servicio de Urgencias, ha explicado que en caso de quemadura se aconseja “refrigerar la zona quemada con agua fría para calmar el dolor y evitar colocar hielo u otras sustancias cotidianas en la superficie afectada”. Los siguientes procedimientos a seguir, especifica Millán, son “envolver la quemadura con un paño limpio y acudir al centro sanitario más cercano.” Aunque las quemaduras producidas por el uso inadecuado del material pirotécnico suelen ser leves, si existen hemorragias se debe taponar la zona para evitar el sangrado excesivo.
Evitar convertirse en “polvorín itinerante” es otro de los consejos que desde el servicio de Urgencias se pretende transmitir a la población más joven, para ello hay que evitar guardar el material pirotécnico entre la ropa o en los bolsillos, no manipular ni sacar el contenido en lugares inflamables o de alto riesgo. El doctor Millán recuerda que es importante incidir en que “sólo se deben utilizar los petardos cuando nos encontremos en buenas condiciones y nunca bajo los efectos del alcohol u otros tóxicos como estupefacientes”.
Si en situaciones extremas se produjesen accidentes graves, como amputaciones de dedos, manos o pies, hay que, “actuar con la mayor calma posible, recuperar el miembro amputando, cubrirlo con una gasa estéril, y ponerlo en hielo, para intentar que se le pueda reimplantar al paciente”. El coordinador de Urgencias del Lluís Alcanyís ha especificado que “al paciente se le deberá trasladar de urgencia al centro hospitalario donde existen protocolos de actuación para estos casos”.
Hay que prestar especial atención al traumatismo ocular. Desde pequeños rasguños en la córnea hasta severas ulceraciones o incluso tatuajes cornéales pueden producirse porque pequeños fragmentos de papel incendiados o por cenizas que caen desde el aire después de la explosión y entran en contacto con los ojos. “No frotarse con vehemencia el ojo y procurar mantenerlo cerrado con suavidad, enjuagarse con abundante agua y buscar asistencia lo antes posible si las molestias persisten” son recomendaciones que nos da el especialista, que añade, que “una forma de evitar que se produzcan estas lesiones es llevar gafas de sol durante el día”.
El oído tiene una protección natural que resguarda de los ruidos intensos, pero frente al estallido de estos elementos no tiene tiempo de actuar. El problema es el alto nivel de decibelios que desprenden los petardos. La mayoría de las personas, sobre todo los niños, no toman la distancia prudente, los hacen estallar en espacios cerrados o dentro de una botella o una lata y la intensidad del ruido a la hora de la explosión puede producirles una conmoción en el oído interno que provoca un zumbido, vértigo, la perforación del tímpano y lo más grave, una pérdida muy importante de audición de los tonos agudos.
La recomendación principal según Millán es evitar la detonación en lugares cerrados, ya que una sola explosión puede causar el daño irreparable al nervio auditivo. El uso de tapones que venden en farmacias o ubicarse a una distancia “prudencial” de las “mascletas” sería algunas otras formas de evitar los problemas auditivos.