El Departamento de Salud Xàtiva-Ontiyent aconseja hacer un uso responsable de las “tracas y petardos”

También de la ingesta de alcohol para evitar incidentes en Fallas

El evitar ser “polvorín itinerante” y “saber actuar ante las emergencias” entre las recomendaciones más destacadas por los facultativos

Xàtiva (13-03-10) Los sanitarios del Departamento Xàtiva-Ontinyent han incidido en la importancia de que la población sepa evitar los incidentes pirotécnicos en Fallas y actuar en caso de que estos sucedan durante las fiestas. Por ello han realizado una serie de recomendaciones básicas a los usuarios para que, en caso de incidente, actúen de manera rápida y eficaz.

Por ello, los profesionales sanitarios,

“han explicado que en caso de quemadura se aconseja refrigerar la zona quemada con agua helada para calmar el dolor y evitar colocar hielo u otras sustancias cuotidianas en la superficie afectada. Envolver la quemadura con un paño limpio y acudir al centro sanitario más cercano, son los siguientes procedimientos a seguir”.

Aunque las quemaduras producidas por el uso inadecuado del material pirotécnico suelen ser leves, si existen hemorragias se debe taponar la zona para evitar el sangrado excesivo.

También es importante recordar que no es conveniente guardar material pirotécnico entre la ropa o en los bolsillos, ni manipular o sacar su contenido. Así se evita que los jóvenes se conviertan en “polvorines itinerantes”. A su vez, es importante incidir en que sólo se deben utilizar los petardos cuando nos encontremos en buenas condiciones y nunca bajo los efectos del alcohol.

Si en situaciones extremas se produjesen accidentes graves como amputaciones de dedos de manos o pies, los especialistas instan en estos casos, “a actuar con calma, recuperar el miembro amputando, recubrirlo con una gasa estéril, y ponerlo en hielo, para intentar que se le pueda reimplantar al paciente que tendrá que ser trasladado de urgencia al centro hospitalario donde existen protocolo de actuación para estos casos”.

Los oftalmólogos del Departamento se suman a las recomendaciones y recuerdan que hay que prestar especial atención al traumatismo ocular. Desde pequeños rasguños en la córnea hasta severas ulceraciones o incluso tatuajes cornéales pueden producirse porque pequeños fragmentos de papel incendiados o por cenizas que caen desde el aire después de la explosión y entran en contacto con los ojos.

“No frotarse con vehemencia el ojo y procurar mantenerlo cerrado con suavidad, enjuagarse con abundante agua y buscar asistencia lo antes posible”. Es lo que recomiendan los facultativos consultados que, añaden que “una forma de evitar que se produzcan estas lesiones es llevar gafas de sol durante el día”.

El oído tiene una protección natural que resguarda de los ruidos intensos, pero frente al estallido de estos elementos no tiene tiempo de actuar. El problema del alto nivel de decibelios que desprenden los petardos. La mayoría de las personas, sobre todo los niños, no toman la distancia prudente, los hacen estallar en espacios cerrados o dentro de una botella o una lata. La intensidad del ruido a la hora de la explosión puede producirles una conmoción en el oído interno que provoca un zumbido, vértigo, la perforación del tímpano y lo más grave, una pérdida muy importante de audición de los tonos agudos. La recomendación principal para es evitar la detonación en lugares cerrados, ya que una sola explosión puede causar el daño irreparable al nervio auditivo. El uso de tapones que venden en farmacias o ubicarse a una distancia “prudencial” de las “mascletas” serían algunas de las recomendaciones.