El Ampa del IES Lluís Simarro anuncia su apoyo al Sindicato de Estudiantes en la «semana de lucha» convocada por todo el país en contra de los recortes en educación y que está prevista que se realice los días 16, 17 y 18 de octubre por la gravedad de los ataques que esta padeciendo la educación pública, al igual que el resto de servicios sociales
Así mismo anuncia su adhesión a la convocatoria de CEAPA de la Huelga General en todo el país de familias y estudiantes para el próximo día 18 en los centros.
CEAPA
( Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos) considera que la gravísima situación actual demanda una respuesta contundente del alumnado y sus familias. Estamos ante un ataque sin precedentes a los derechos del alumnado y de las familias, con recortes salvajes en la educación española que, en el contexto actual, se agravan por la coincidencia con otras medidas igualmente inaceptables.
Hemos arrancado un curso escolar que ha superado con creces los peores pronósticos y ha llegado el momento de que el alumnado y las familias, además de seguir realizando movilizaciones conjuntas con el resto de la Comunidad Educativa, eleven su voz para decirle al Gobierno Central, y a los Autonómicos que siguen su senda, que han llegado al punto de no retorno y que no estamos dispuestos a tolerar ni una sola medida más.
El alumnado y sus familias están soportando recortes en todas las partidas, que no hacen otra cosa que castigar las ya maltrechas economías familiares, abocando al abandono educativo a muchos alumnos por cuestiones económicas. Es intolerable y debemos cambiar radicalmente las medidas que se están tomando.
Sobran los motivos, pero queremos resaltar especialmente que el alumnado y las familias nos movilizamos conjuntamente porque:
• No aceptamos un nuevo cambio de Ley educativa. La sociedad española está cansada de que cada nuevo Gobierno se empeñe en modificar la legislación educativa, máxime si, como ocurre ahora, se hace sin contar con los diferentes sectores buscando cambiar el actual modelo social y satisfacer consignas ideológicas.
• No aceptamos que se nos mienta para justificar una reforma del sistema educativo español tergiversando datos y haciendo juicios de valor que no están basados en datos fiables y contrastados.
• No aceptamos que se desmantele la educación pública para beneficio exclusivo de la iniciativa privada, desviando los fondos públicos para financiar entidades privadas, muchas de dudosa legalidad, que incluso se atreven a vulnerar la Constitución Española con la connivencia de quienes deberían cumplir y hacer cumplir el marco legal vigente.
• No aceptamos que haya niños y niñas que pasen hambre en los centros educativos, máxime teniendo en cuenta que ha contribuido a ello que determinados responsables políticos hayan decidido retirar las ayudas a sus familias justo cuando en tan sólo dos años la cifra de pobreza infantil en España ha crecido un 10%, sumando 205.000 menores de 18 años que viven en hogares que están por debajo del umbral de la pobreza a los más de dos millones que ya existían, incremento que es consecuencia del acoso y derribo al que están sometidos los derechos de los ciudadanos españoles.
• No aceptamos que se eliminen todo tipo de ayudas al alumnado y las familias, se incrementen las cuotas y las tasas, incluso creándolas donde no existían, incumpliendo el mandato constitucional de la gratuidad de la enseñanza y el derecho de acceso en igualdad de condiciones, llegando a ser habitual que los niños no dispongan de los libros de texto y el material curricular necesario para ejercer su derecho a la educación.
• No aceptamos que los irresponsables políticos que nos gobiernan sigan insultando al profesorado que enseña al alumnado español, que goza del respaldo de las familias españolas y del alumnado con el que conviven diariamente, en un ataque sin precedentes a la figura del funcionario público y de los interinos, a los que se trata en ambos casos como si fueran muñecos de feria, con el único objetivo de poner la educación en manos de la empresa privada y, con ello, de precarizar la profesión docente.
• No aceptamos que el Gobierno central, y los autonómicos que secundan sus directrices con alegría, sigan despreciando al alumnado y sus familias, lo que demuestran con sus actuaciones y con sus manifestaciones públicas. Se olvidan de que son nuestros servidores y no nuestros dictadores.
En definitiva, el alumnado y las familias decimos “hasta aquí hemos llegado”, y exigimos:
• El cese fulminante del Ministro Wert y de todo su equipo.
• La retirada inmediata del inaceptable anteproyecto de reforma de la LOE.
• La paralización inmediata de todas las medidas de recorte y desmantelamiento de la educación española.
• Y la apertura, con un nuevo equipo ministerial, de un proceso real de diálogo con los diferentes sectores de la Comunidad Educativa para buscar, entre todos, el consenso necesario para mejorar, de verdad, la educación española.
Y, por tanto, convocamos a las familias a sumarse a la semana de lucha que ha sido convocada por el Sindicato de Estudiantes, que se desarrollará entre los días 15 y 19 de octubre, implicándose en ella para que sean actuaciones conjuntas del alumnado y de los padres y madres. (Se adjunta calendario de actuaciones.)
Hacemos un llamamiento especial a las familias para que realicen el día 18 de octubre una huelga de padres y madres, consistente en vaciar los centros educativos de todo el país, no llevando a nuestros hijos e hijas a dichos centros para defender sus derechos.
Así mismo, os pedimos que facilitéis la posibilidad de que, solos o con vuestro acompañamiento según las edades y maduración de vuestros hijos e hijas, puedan estos participar de las manifestaciones de estudiantes que se celebrarán en la mañana del día 17 y, todos juntos, hacerlo también en las que se realizarán en la tarde del día 18. De igual forma, os pedimos que forméis parte de las Asambleas que se convoquen y de los piquetes informativos que se realicen.
Ha llegado el momento de que demos un mensaje claro sobre que las cosas han llegado hasta donde nunca deberían haberlo hecho y que no estamos dispuestos a que sigan por ese camino.