Ha sido necesaria la colaboración de las policías de Alemania y Portugal
La Guardia Civil de Tráfico de Valencia ha desarticulado una red dedicada a la obtención ilícita de Tarjetas de Transportes de mercancías por carretera, para transportistas que no reunían los requisitos exigidos por la legislación en materia de transportes. En la investigación que se ha prolongado durante varios meses y en la que ha sido necesaria la colaboración de las policías de Alemania y Portugal, han sido puestas a disposición judicial en las provincias de Valencia, Alicante y Murcia, veinte personas acusadas de los presuntos delitos de falsedad documental, entre las que se encuentran como principales responsables, un gestor administrativo de Valencia y dos importadores de camiones, así como los propietarios de once empresas beneficiadas con la actividad ilícita.
La trama consistía en matricular y transferir de forma ficticia mediante documentos falsos, a nombre de los transportistas implicados, camiones nuevos procedentes de importación, que realmente se encontraban matriculados y circulando en Alemania y Portugal. A continuación, con los vehículos a nombre de la empresa interesada, se acreditaba ante el Servicio Territorial de Transportes que disponía de la flota exigida y de este modo obtenía la Autorización de Transportes, requisito imprescindible para dedicarse a dicha actividad como autónomo. Posteriormente para demostrar ante la Administración el mantenimiento de la flota de vehículos, también se realizaron transferencias ficticias de camiones nacionales que se encontraban en estado de siniestro, pero que no se habían dado de baja en Tráfico.
Los transportistas obtuvieron la Tarjeta de Transportes, para la que es necesario disponer como mínimo de tres camiones con menos de 5 meses de antigüedad, cuya adquisición puede ascender a 300.000 euros, cuando realmente sólo disponían de uno o ninguno con la antigüedad requerida, llegando a pagar a los cabecillas de la trama 5.000 euros por cada vehículo inicial ficticio.
Todos los trámites estaban dirigidos por el gestor implicado, especializado en materia de transportes por carretera.
En los controles de vehículos de transporte realizados por las fuerzas de vigilancia del tráfico, era imposible detectar la procedencia ilícita de la Tarjeta. Además, se trata de un caso de competencia desleal, respecto a otros empresarios del transporte que sí reunían las condiciones.