300 personas reciben a Fabra con gritos de protesta exigiendo su dimisión

El presidente ha inaugurado la restauración del Ala Sur del Claustro de Sant Domènec de Xàtiva junto a la ministra Ana Pastor

Alrededor de 300 personas, entre las que se encontraban también ex trabajadores de Radio Televisió Valenciana, han recibido con gritos de protesta al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, durante su visita a Xàtiva para inaugurar la restauración del Ala Sur del Claustro del ex Convento de Sant Domènec. El presidente ha estado acompañado por el alcalde de Xàtiva, Alfonso Rus y también por la ministra de Fomento, Ana Pastor. Se ha desplegado un amplio dispositivo de seguridad para evitar que los ciudadanos pudieran acceder a la zona, decenas de efectivos de la Policía Nacional han protegido todos los accesos al recinto. Tras el «perímetro de seguridad» establecido, los manifestantes hacían sonar pitidos y bocinas exigiendo la dimisión de Fabra. Incluso para los medios de comunicación locales ha sido difícil acceder a la zona para cubrir el acto.

Hay que destacar que han surgido protestas improvisadas de un colectivo que la Generalitat no esperaba, los escolares del colegio TaquíGrafo Martí, que desde el patio del centro no se perdían detalle y, mientras el presidente de la Generalitat accedía al recinto, gritaban también «Volem Canal 9» y «Fabra dimisión».

Estas obras de restauración han sido financiadas gracias al convenio de colaboración firmado por el Ministerio de Fomento y el Ayuntamiento, dentro de las actuaciones relacionadas con el 1% cultural. Con esta actuación se pretende dar continuidad a actuaciones previas llevadas a cabo en otras dependencias del inmueble como la iglesia Conventual y la Sala Capitular, esta última cofinanciada. El objetivo ha sido devolver a la parte Sur del Claustro sus características originales y su configuración. Se han reconstruido las piezas originales reintegrándolas en su lugar original y se han repuesto las partes faltantes y las de los muros de cierre, hasta una cota mínima para su correcta definición y protección.

Su construcción adosada y entre los contrafuertes del refectorio permite la existencia de capillas laterales en el lado sur de la panda, ocupando los diferentes espacios intercontrafuertes. Los arcos formeros de dicho lado sur son rebajados, apoyándose en sendas ménsulas, tronco de pirámide invertido. Además, caracteriza a estas capillas la existencia de pinturas murales en sus diferentes paramentos. Pinturas de trazado lineal con motivos geométricos y figurativos, propias de finales del siglo XIII. Esta intervención ha abordado la problemática, no sólo de la conservación de estas pinturas, sino también la conexión con el refectorio que se encuentra a una cota superior, a unos cuatro metros sobre el propio nivel de la panda Sur.

También se ha solucionado la problemática de humedades y conexiones, se ha adoptado la solución de un corredor en la dirección oeste-este. En cuanto a la plementería de las bóvedas, se ha repuesto ésta con bóvedas tabicas, como la documentación existente así atestigua. Se ha optado por mantener la superficie desnuda del ladrillo, adecuadamente velada, para no restar protagonismo a la imagen del conjunto.

Durante su intervención, Fabra ha manifestado la importancia de esta actuación, «que ha devuelto el esplendor y la majestuosidad a la construcción».

Pastor ha señalado que se ha realizado «una obra clave para la ciudad» y ha puesto de manifiesto que es «necesario» recuperar edificios de gran valor histórico y artístico.

Por su parte, Rus ha remarcado la colaboración entre las distintas administraciones públicas para llevar a cabo la restauración. De esta forma, el Ayuntamiento ha aportado 617.000 euros, la Generalitat 3.800.000 euros, y los Ministerios de Cultura y Fomento han aportado 92.000 y 1.778.000 euros respectivamente. El total de la intervención asciende a 6.292.000 euros.

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