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Este podría ser un titular perfectamente válido, «por suerte» no se trata de la muerte de diez niños, sino de la muerte de diez compañeros, que perfectamente por la situación de su desgracia, estos diez niños podrían haber ocupado su lugar, debido a la facilidad con la que llegaron a su fin.

Nuestro pequeño suele salir todos los días a jugar con sus amigos. Hacía unas semanas que no veíamos a uno de ellos. Y hace unos días nos enteramos de que había fallecido. Su amigo apenas tenía 2 años. ¿Cómo podía ser? Había muerto envenenado.

Por desgracia, él no ha sido el único. Durante lo que va de año, nos hemos encontrado a dos personas distintas que nos han relatado, con lágrimas en los ojos, la agonía y la muerte que sufrieron miembros de su familia. De la misma manera, preguntamos en la cínica a la que solemos acudir y nos confirmaron que recientemente, habían atendido tres casos por envenenamiento.

Ante la gravedad de los hechos, este tema de conversación es habitual entre los vecinos de Xàtiva. Al principio, mucha gente pensaba que eran rumores o habladurías, pero por desgracia nos dimos cuenta de primera mano que no es así.

Cada mes escuchamos que ha sucedido lo mismo en distintos lugares de Xàtiva: en el Jardín del Beso, a las puertas del colegio Attilio Bruschetti, en el Paseo del Ferrocarril, frente al colegio Teresa Coloma, en el Jardín de la Paz, justo al lado del colegio Gozalbes Vera, en el Camí La Bola, al lado del colegio Jacinto Castañeda, en la plaza Hort de Mora, donde hay un parque infantil. En los parque habilitados especialmente para perros, tanto en el del jardín de la Paz, como en el que está bajo la Plaza de Toros. Asimismo en los alrededores del estadio de la Murta y del barrio del Carmen.

Pero el entorno de Xàtiva tampoco se salva, tanto en Novetlé como en Bixquert, en la zona de Cuatro Caminos y la Fuente de la Quintana también ha aparecido veneno, igual que sucedió a principios del 2018. De hecho, la muerte más reciente se produjo allí, ya que una perrita, que estaba de excursión junto a su familia, bebió de la fuente, cuya agua estaba envenenada.

Sin embargo, estos envenenamientos, hechos que se han realizado totalmente a propósito, no comenzaron el año pasado, en Xàtiva viene sucediendo desde hace varios años. Pero, ¿acaso se ha encontrado a los culpables? No. ¿Se ha iniciado una investigación? No. ¿Se ha iniciado alguna iniciativa para al menos, encontrar el veneno esparcido por nuestras calles? No.

¿Por qué un delito tan grave cómo esparcir veneno en la vía pública y en entornos naturales sigue ocurriendo impunemente? Porque las víctimas no han sido humanas, hasta ahora, pero perfectamente podrían ser niños, debido a la facilidad de su alcance. Además algunos tipos de veneno que se han encontrado en las inmediaciones de Xàtiva recuerdan a caramelos de colores, como muy bien ha informado la Asociación de vecinos de Bixquert.

Serán muchas las personas que restarán importancia al asunto si las víctimas son perros. Porque para ellos un perro no tiene el mismo valor que una persona. Pero para las familias que compartimos nuestras vidas con nuestros perros, podemos asegurar que son parte de nuestras familias y que por supuesto sus vidas importan. No se pueden remplazar «comprando otro perro», porque no son cosas. Tienen vida, y sienten y padecen igual que nosotros.

Por otra parte, no es respetable ni admisible que se vaya esparciendo veneno por puro capricho para acabar con la vida de los animales. De hecho, envenenar a un animal es un delito tipificado en el artículo 337 del Código Penal con penas de hasta un año de cárcel y en la Comunidad Valenciana se considera una infracción grave, con sanciones que van hasta los 18.000 euros.

No nos podemos olvidar tampoco, de otras víctimas que han fallecido de la misma manera, como los gatos que por desgracia, malviven en las calles y las aves, cómo tórtolas y gorriones, estos últimos, en peligro de extinción, y por si alguien no lo sabe, imprescindibles en nuestro ecosistema.

Se acerca el verano y luego serán muchos los vecinos que se quejarán de las plagas de ratas, mosquitos y cucarachas, pero, ¿cómo solucionar este problema, si algunos cuantos se dedican a envenenar a gatos y aves, los cuales son los depredadores naturales?

Sabemos que en otros municipios se han adoptado medidas para acabar con este tipo de muertes. De hecho, hace poco en Enguera, se condenó a un hombre a seis meses de prisión por colocar veneno, lo que causó la muerte de una perrita. Hace dos años en Navarrés, se detuvo al autor de un caso similar. En otro municipio valenciano, como es Sagunto se inició hace tres años una campaña contra el envenenamiento de animales. Y ya fuera de nuestra Comunidad, en Zaragoza, se han entrenado perros, rescatados del abandono, con el objetivo de que localicen cualquier tipo de veneno.

Cómo vemos, no es imposible acabar con este tipo de delitos y esperamos que en nuestro municipio se tomen las medidas oportunas para ello. También es importante la colaboración ciudadana, así que si cualquiera es testigo de que alguien está esparciendo veneno, rogamos que no se lo piense dos veces y se ponga en contacto inmediatamente con la policía, con el Seprona (062) o con el teléfono gratuito SOS VENENO (900 713 182), desde el cuál os podrán asesorarán sobre cómo actuar ante estos casos.

María Rodríguez | Vecina de Xàtiva

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