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En la visita del diputado Andreu Salom se han abordado otras actuaciones previstas para la reforma del monasterio y la ermita como las mejoras en la fachada o el alumbrado de la explanada

La Diputació de València sigue ejecutando su programa de actuaciones para la rehabilitación del Monasterio de Llutxent, una joya arquitectónica que guarda la historia de la Conquista de Jaime I y los acontecimientos que se sucedieron durante los siglos posteriores. La intención es “convertir el Corpus Christi de Llutxent en un icono histórico y turístico que atraiga a visitantes interesados en la monumentalidad del entorno”. O quizá en la inmersión en aquel amanecer del 24 de febrero de 1239 en que las tropas del conquistador tomaron Llutxent.

Lo apunta Andreu Salom, diputado de un área de Patrimonio que tiene claro su interés por recuperar el monasterio y la ermita y adecuar el entorno para facilitar las visitas a esta impresionante infraestructura histórica, en la que la Diputació ha invertido más de medio millón de euros desde el inicio de la pasada legislatura, momento en que se impulsó el compromiso por recuperar este tesoro patrimonial de las valencianas y valencianos. Algunas de esas obras se ejecutarán en la primera mitad de la legislatura recién estrenada, con una inversión cercana a los 300.000 euros.

Lo cierto es que la Diputació ha mostrado siempre su sensibilidad hacia este convento que combina influencias del gótico y el barroco, con escuelas taller en sus instalaciones para no abandonar su conservación y actividades culturales en el claustro para atraer visitantes a esta plaza clave en la historia de Valencia. En cifras, Patrimonio ha invertido algo más de 180.000 euros en obras recientes como la restauración del Templete y el campanario, la sustitución de las bombas de agua potable, la instalación de cámaras, la reforma del sistema contra incendios y el asfaltado de los accesos.

En la visita de este jueves al Monasterio de Llutxent, Andreu Salom ha repasado con la alcaldesa, Xaro Boscà, y técnicos de Patrimonio las obras ya programadas, que incluyen la finalización de las cubiertas de los pabellones; actuaciones de urgencia en la bodega, los almacenes, la cocina y el contrafuerte de la iglesia; la mejora de la accesibilidad a la Ermita de la Consolación; y la restauración del interior de la Ermita de San Luis Beltrán. En total, una inversión de cerca de 300.000 euros que en algunos casos cuenta ya con la preceptiva autorización de la Dirección General de Cultura y en otros está a la espera de la misma.

Otras actuaciones, en fase de redacción de proyecto, son la consolidación de los balcones de la fachada principal, la reforma de dinteles y puertas, la reforma de la cubierta de la Ermita de la Consolación y la instalación de un pararrayos. Otros 112.000 euros previstos a los que se sumarán nuevas inversiones para la reposición del alumbrado de la explanada exterior, la reforma de los aseos públicos y la instalación de riego por goteo y otras intervenciones para el mantenimiento del monasterio y la ermita.

Un milagro

El Monasterio del Corpus Christi de Llutxent tiene su origen en una ermita del siglo XIII renovada en el XVIII. Los dominicos convirtieron este emblemático espacio en la primera sede de la universidad valenciana a finales del siglo XV. Tras la desamortización de Mendizábal a mediados del siglo XIX, el conjunto histórico-artístico pasó a manos privadas antes de quedárselo la Diputación, que trata de devolver todo su esplendor al Monte Santo.

La cima sobre la que se levanta el monasterio tiene este componente místico porque allí se produjo el Milagro de los Corporales, las formas consagradas que el padre Mateo Martínez guardó bajo una piedra en vísperas de la batalla entre moros y cristianos y que tras la contienda aparecieron ensangrentadas. Cuentan que el sagrado misterio fue depositado en una mula y, tras dejar varios milagros a su paso, alcanzó la localidad aragonesa de Daroca, donde se conservan los corporales. En 2008, el padre José Aparicio recuperó este acontecimiento e impulsó un peregrinaje entre Llutxent y Daroca, un trayecto de 12 días siguiendo el camino que en su día recorrieron las sagradas formas.

La historia de los Corporales no solo tiene eco en la Vall d’Albaida; cada año atrae a cientos de visitantes que descubren el Monasterio del Corpus Christi y el Monte Santo. Un reclamo turístico que la Diputació quiere reforzar con la rehabilitación y el programa de actividades en esta joya patrimonial del interior de la provincia.

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